JUAN EL DESPISTADO
Era una tarde fría de
invierno a las 16h de la tarde del año 2021 y Juan estaba en el sillón de su
casa viendo las noticias en la tele. Estaba esperando las noticias acerca del
covid-19 mientras se tomaba unos churros con un chocolate calentito, con una
manta y sin de moverse de salir del sillón. En las noticias no dicen nada que
le impacte mucho o nada que no se esperase, lo típico que habían subido
muchísimo los casos y que por favor no saliesen de sus casas. Cundo de repente
cortan las noticias para dar una última hora” Para el próximo 14 de enero se
espera una gran tormenta de nieve en toda España afectando sobre todo a Madrid
y pueblos o ciudades de alrededor tomen precauciones”. En ese momento Juan
empieza a reírse hasta no poder más cuando de repente entra su madre en casa.
Juan le cuenta lo que acaba de escuchar en la tele y los dos vuelven a echarse a
reír hasta que se le saltaron las lágrimas porque lo de que nevase en Madrid
les parecía una exageración. Cuando paran de reírse su madre le dice que a lo
mejor debería ir a comprarse unas botas que puede que al final las necesite y
no tiene, y también le dice que se compre un abrigo gordo que el que tiene no
le va a servir. Juan acepta por si acaso y además así ya tiene por si algún día
le da por ir a la sierra.
Al día siguiente Juan se
presenta en el Decathlon y empieza a mirar botas. Cuando ya las tiene elegidas
se da cuenta que no hay su talla y se la pide a un trabajador que pasaba por
allí, este le dice que le espere donde estaba mientras le buscaba su número.
Mientras esperaba Juan ve un montón de trineos y piensa que si van ha caer 40
centímetros como dicen a lo mejor estaría divertido el comprarse uno total que
se lo compra. Cuando el que le estaba atendiendo le trae sus botas de montaña
Juan se dispone a buscar abrigos gordos para la nieve.
Va buscándolo por los
pasillos mientras se va distrayendo con los distintos artículos del Decathlon.
Se pone a montar en bici, a jugar al pin pon, etc. Cuando se cansa de jugar y
hacer el tonto decide irse a su casa pensando que ya tenía todo lo que
necesitaba sin darse cuenta de que le faltaba el abrigo y de que no había
pagado. Al salir los dependientes se lo dicen Juan paga un poco avergonzado y
se marcha a su casa satisfecho con sus compras. Llega su casa justo a la hora
de cenar y le cuenta a su madre lo bien que se lo ha pasado y le enseña lo que
se ha comprado. En ese momento su madre le pregunta por el abrigo y Juan se da
cuenta de que no lo tiene, se dispone ha ir a por uno a la tienda más cercana,
pero a las horas que eran estaba todo cerrado. Juan tampoco se preocupa por que
no se creía lo de que iba a nevar a si que le da un poco igual. Al día
siguiente Se despierta con un pequeño resfriado, mira por la ventana y no se
puede creer la cantidad de nieve que estaba cayendo. Ahora se da cuenta de que
a lo mejor si que iba a necesitar un buen plumas, pero eso no le impide el
salir a jugar la nieve. Vuelve a su casa a lo hora de comer y le dice a su
madre que a pasado un poco de frío, pero que lo puede soportar y que esta tarde
había quedado con unos amigos para lanzarse unas bolas de nieve.
Por la tarde Juan sale y
todo va bien hasta que llega la hora de volver a casa, no había parado de nevar
y se había amontonado una gran cantidad de nieve en el suelo. A juan le
resultaba bastante complicado andar y de estar prácticamente parado durante
tanto tiempo empezó a tener frío. Eran
las 11 de la noche y Juan estaba volviendo andando a su casa porque no había ni
taxis ni autobuses, parecía que nunca iba a llegar y cade vez le costaba más
dar los pasos.
En su casa su madre
estaba preocupada porque tendría que haber llegado hace un rato y además no le
respondía al teléfono. Pasaron otros 20 minutos y su madre llamó a emergencias
muy preocupada y les conto lo que pasaba. Empezaron a buscar a Juan y lo
encontraron tirado en la nieve con principios de hipotermia. A la semana de
estar en el hospital se empezó a encontrar mejor y ya podía hablar un poco.
Su madre se puso muy
contenta al escucharle hablar otra vez, esta se lo comu8nicó a toda la familia
los cuales llegaron al rato para celebrarlo. Un tío suyo le trajo un regalo lo
que dejó bastante intrigados a todos ya que no sabían la razón, Juan lo abrió y
al ver lo que era se echó a reír al igual que el resto de la familia que
decidieron olvidarlo tomárselo con buen humor y mirarlo como si hubiese sido una
anécdota que contar.
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