Martina de Miguel (Hasta que nos volvamos a ver)

 


HASTA QUE NOS VOLVAMOS A VER

 

17 de enero de 1917

 

Querido Will, siento la obligación de escribirte, aunque no tenga mucho que contar. No puedo evitar preguntarme todos los días si estarás bien, me aliviaría mucho recibir una respuesta, sé que me escribirás tan pronto como puedas, pero el tiempo pasa tan despacio sin ti a mi lado, espero ansiosa el fin de esta terrible guerra.

 

No pienses que estamos demasiado preocupados por ti, sabemos que Dios está cuidándote para que puedas regresar sano y fuerte a casa, donde te esperamos con anhelo. Por nuestra parte, estos días no han sido fáciles, cada vez hay menos pan en la mesa y los ánimos están bajos, nuestra querida vecina Lucy lleva mucho tiempo sin recibir una respuesta de su prometido, escríbeme también sobre él si tienes la oportunidad.

 

Estos días están siendo soleados, me paso los días en el jardín viendo el columpio en el que tantas horas pasaste, y a veces tu hermana pequeña se olvida de que no estás y va corriendo hacia tu cuarto solo para ver que faltas con lágrimas en los ojos. Papá está muy callado últimamente, te echa mucho de menos y eso no ayuda a la enfermedad que día a día le quita el brillo de sus preciosos ojos azules.

 

A pesar de que nos haces tanta falta que incluso se nos ha olvidado como era vivir con alegría, con tus escandalosas risas y nuestros deliciosos pasteles que no han vuelto a saber igual desde que marchaste, y a pesar de que me tenga que tragar ese nudo en la garganta que me crea la idea de saber que no estás cerca nuestro, no podemos estar más orgullosos de ti, estás sirviendo a tu país con gran valor y con ese corazón que siempre te aplastó porque no te cabía en el pecho.

 

Te quiero tanto que no puedo expresarlo en mis cartas, por favor, vuelve pronto a casa, echa talento a las cosas que hagas y lucha con esos valores tan preciados que solo un ángel como tú tiene. Que Dios te bendiga cada día y que te de fuerzas y protección para ser capaz de responderme a esta carta y de volver a darme uno de esos abrazos sofocantes.

 

Te quiere,

Mamá

 

 

 

 

4 de febrero de 1917

 

Querida mamá, espero que no recibas esta carta, pues si eso sucede significará que ya no estoy en esta vida. Siempre he tenido la sensación de que esta vida era solamente la de paso, ahora estoy con Dios viéndote desde el cielo a ti y a papá, en cada paso que toméis.

 

Me duele profundamente no ser capaz de daros un último abrazo, daría lo que fuera por ser capaz de explicaros lo mucho que os quiero, siempre habéis sido un pilar en mi vida que me ha apoyado en la miseria, que me ha corregido en mis errores, que me ha enseñado a ser fuerte en las penurias, que me ha mostrado lo que es ser feliz y lo que es querer a tu pareja como os queríais vosotros.

 

Necesito que seáis fuertes por mi hermana, os necesita como os necesité yo y sé que lo seréis. Papá le ganará a su enfermedad y tú recuperarás esa sonrisa que es capaz de iluminar una habitación entera, mi hermana me recordará como un hombre que le enseñó que en esta vida es más fuerte un corazón grande que mil armas, y que, por ello, siempre odié la guerra, muchos hombres con pólvora y sangre en las manos en vez de amor y alegría.

 

Espero que esta guerra termine pronto en victoria y la abundancia vuelva a los hogares, quiero que sepáis luché hasta el final tal y como me enseñasteis, y que solo me arrepiento de no haberos podido contar las historias de esta terrible batalla en persona.

 

Mamá, no mires mi columpio con tristeza, míralo con la misma sonrisa con la que lo mirabas cuando jugaba con él. Eres una mujer fuerte que siempre ha puesto a los demás por delante, te admiro como a nadie y anhelo el día en el que nos reencontremos, gracias por darme el regalo más bonito del mundo, la vida, y los valores y pasión necesarios para amarla.

 

A mi familia estaré siempre mirando desde el cielo, no estéis tristes ni enfadados, ya que ahora estoy con los abuelos leyendo y escribiendo poemas como los que me enseñó papá. Hasta que nos volvamos a ver me despido.

 

Os querrá siempre

Vuestro hijo, Will

 

Martina de Miguel, 1-A, 04/02/21


Comentarios