UN DÍA COMPLICADO
Soy Laura, vivo en Canadá y soy arquitecta. El otro día estaba
en el avión con destino a Toronto, porque había venido a ver a mis familiares
ya que en Navidad no pude.
El aeropuerto de Barajas Adolfo Suárez funciona habitualmente con
normalidad, pero el otro día tuvo una jornada complicada. Por un lado, se cerró
el espacio aéreo durante dos horas por la presencia de un dron y, por otra
parte, nuestro avión de Air Canadá tuvo problemas técnicos y ha provocado que bajara
el ritmo de los vuelos programados al tener que preparar un aterrizaje forzoso tras
detectar que tenía problemas en el motor. Después de 15 horas volando, el avión
pudo aterrizar en el aeropuerto de Madrid.
Por la mañana, los dos pilotos observaron la presencia de drones
en las proximidades del aeropuerto y obligaron a las autoridades a cerrar el
espacio aéreo. Llegaron a desviar más de 20 vuelos a otras ciudades. Además,
había mucha niebla, lo que impedía comprobar que los drones ya no estuvieran.
Despegamos del aeropuerto madrileño hacia Toronto, ciudad de
Canadá a las 14:57, pero teníamos que haberlo hecho a las 12:55 horas y, tras
detectar problemas técnicos, volvimos a Barajas. Los expertos dijeron que el
avión perdió piezas en el momento del despegue y se metieron en el motor
izquierdo, por lo que estuvimos horas quemando combustible antes de aterrizar,
tal y como marca el protocolo. Tenían previsto poder aterrizar a las 18:00,
pero al final fue a las 19:07. Todos estábamos muy nerviosos, aunque nos tenían
siempre informados, pero no sabíamos si iba a salir todo bien. El piloto nos
explicó todo lo ocurrido al principio y nos pidió mucha calma y paciencia.
Por precaución, la Comunidad de Madrid activó un dispositivo de seguridad. Fueron
al menos seis equipos de la Comunidad y otras tantas del Ayuntamiento, además
de personal sanitario del Samur y el Summa, para atender a los 130 pasajeros
que estábamos en el interior del avión.
Finalmente, todo acabó en un susto porque no hubo ni muertos ni
heridos. Fue uno de los peores días de mi vida.
Alicia Sanmartín Truchero, 4º ESO E
Mayo de 2021
3ª Evaluación
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