Ana Alcantarilla (Despedida)


 

DESPEDIDA

 

Era un día cualquiera por la mañana. María se despierta como cualquier otro día a las 10 de la mañana un 18 de mayo, sin nadie en casa, ya que vive sola. Se prepara el desayuno. Se hace dos tostadas con un café. María es una chica deportista, entonces se va al gimnasio una vez preparada.

 

 Al salir de casa, se encuentra una sorpresa. No era de una persona cualquiera, sino de una de las personas más importantes para ella, su novio, Carlos. No estaba allí pero se lo dejó delante de la puerta con unas flores. Era un peluche que en el momento no tenía ningún significado. Carlos y María, llevaban ya mucho tiempo saliendo. Desde que tenían 16 años. La gente que escuchaba su historia se quedaba flipando. No entendían como después de tanto tiempo, y por todo lo que habían pasado, seguían juntos. Ellos se querían muchísimo y siempre decían que no se iban a separar nunca el uno del otro y que siempre iban a estar ahí apoyándose. María al ver la sorpresa, se quedó un poco pensativa al no gustarle el regalo que le había dado Carlos. No sabía cómo decírselo para que no se enfadase, así que en el momento prefirió no decir nada. Ya más tarde, habían quedado para ver una peli, cenar y dormir juntos ya que era su aniversario. Carlos llamó a la puerta. María muy nerviosa pero decidida, le abrió y le saludó como si nada. No mucho tiempo después, Carlos, como era de esperar, la preguntó que si le había gustado el detalle que había tenido, ya que le había costado encontrar uno. María, sin pensar mucho le dijo que no le había gustado nada porque decía que no tenía 5 años para haberle regalado eso. Carlos, un poco enfadado, le dijo que era una desagradecida. Tuvieron una pequeña discusión, a ninguno le apetecía ver una peli, así que se fueron a la cama. Carlos empezó a pensar y a pensar... María disgustada se había quedado medio dormida. Pasaron ya varias horas, y Carlos no podía dejar de pensar en por qué no le había gustado. Al ver que no se podía dormir, decidió levantarse, y se fue corriendo a tirar el peluche. Eran las 4 de la mañana y no pasaban casi coches, así que cruzó sin mirar para tirarlo lo más rápido posible y volver para que María no se diese cuenta. A los poco segundos, fue a cruzar y de repente, un coche pasó y le atropello.

 

Empezó a sonar la sirena de la ambulancia muy fuerte, hasta el punto que despertó a todo el vecindario. María bajó corriendo a ver qué había pasado, ya que Carlos no estaba a su lado. Abrió la puerta  para salir y se encontró a Carlos metido en la ambulancia. Había fallecido. María rompió a llorar de impotencia. No se pudo despedir de él, y además había sido su culpa. María fue corriendo a coger el peluche que Carlos estuvo a punto de tirar a la basura. Con toda la rabia que tenía dentro, rompió el peluche. Dentro se encontró una caja, la cual no sabía que estaba, y que Carlos pensaba que María ya la había visto. Por eso le molestó tanto que no le gustase. María, desconsolada, no paraba de llorar. Lo único que quería Carlos que viese de ese peluche, era el anillo de matrimonio que había en su interior. Ya era tarde y toda su vida se derrumbó, ya que Carlos era su gran compañero de vida. A María esto, le dio una gran lección, y aprendió que siempre hay que valorar todo lo que tienes, porque nunca sabes cuándo ni cómo lo vas a perder.

 

 Ana Alcantarilla Álvarez 6/05/2021 3evaluación


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