Carlos Merino ( El lobo de Wall Street)


 

EL LOBO DE WALL STREET

 

Primera hora de la mañana, como todos los días me despierto con los gritos de Naomi, mi mujer, la cual, está enfadada por cualquier tontería que hubiera hecho la noche anterior. Acto seguido, me dirijo a darme una ducha caliente para que suelte el vapor y poder sudar cualquier tipo de droga que quede todavía en mi cuerpo. A continuación, me echo colirio para los ojos y me tomo las pastillas para el dolor de espalda y las que me sobraron de la noche anterior junto con un zumo de naranja que me suele preparar mi sirvienta. Después del desayuno, busco a Naomi para poder hacer las paces con ella, como de costumbre ella busca venganza e intenta fastidiarme con cualquier cosa que se le ocurra. Hoy se le ocurrió la brillante idea de no dejarme ver a mi hija antes de ir a trabajar.

 

De todas formas, decidí irme a trabajar como un día cualquiera, ya que era un día muy importante para Stratton, la empresa que he logrado levantar. Hoy era el día en el que lanzábamos la marca de Steve Madden.  Íbamos a ganar millones, toda la empresa lo sabía y me estaban esperando para celebrarlo y que todo saliera tal y como esperábamos. De repente, mientras todo el mundo se estaba preparando para el gran momento, veo a uno de mis trabajadores limpiando su pecera, Pero ¡dónde se cree que está! No tuve que decir ni una sola palabra más para que mi socio Donnie fuera directamente a su mesa y le echara de la oficina humillándole delante de todo el mundo, no pude reírme más. Más tarde, llega por fin Steve Madden, lo que él no sabía es que el 85% de su empresa nos iba a pertenecer a Donnie y a mí.

 

Como bienvenida decidimos que Steve diera una pequeña presentación delante de mis trabajadores, la cual no tuvo mucho éxito y tuve que intervenir para darle las gracias a Steve por todo el dinero que iba a hacernos ganar. Gracias a él me iba a hacer de oro. tuve que tomarme unas cuantas pastillas más, junto con Donnie, para calmar los nervios y tal. Durante la charla, me vine arriba y todo el mundo empezó a gritar. Acto seguido, mis trabajadores se pusieron a trabajar como locos para hacer que el valor de la marca de Steve en bolsa subiera lo máximo posible. A la 13:00h entramos en el mercado con un valor de 4.50 dólares la acción, a la 13:03h su valor estaba por encima de los 18 dólares, incluso otras empresas de Wall Street estaban comprando. Llegamos a ganar 22 millones de dólares en 3 horas ¡una locura!

 

Justo ese mismo día el FBI tenía que entrometerse en mis asuntos y fastidiarme el día pidiéndome una copia del video de mi boda con Naomi. No entiendo para qué querría el FBI una copia del video de mi boda, es una invasión de mi intimidad. Lo primero que hago es convocar una cena con mi asesor, el cual me relaja y me explica que es solo una cuestión de tiempo que el FBI deje de buscar pruebas contra mí, ya que, según él, nadie de la CEA sabe de mi existencia. Por último, como cada noche, llamo a Donnie, alquilo una habitación en uno de los hoteles más caros de la ciudad y lo pasamos en grande. Al día siguiente, vuelvo a despertarme en mi cama con gritos de mi mujer, y vuelta a la rutina.


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