Gonzalo Solans (De la noche a la mañana)


 

DE LA NOCHE A LA MAÑANA

 

Hola, me llamo Gonzalo para los que no lo sepáis soy un neurólogo, os voy a contar un poco sobre mi vida, yo era un niño muy revoltoso sacaba muy malas notas me portaba mal, faltaba al respeto a todo el mundo, mis notas rondaban entre el 2 y el 1 sacaba un 4 y dando gracias. Las cosas no me iban muy bien que se diga aunque yo pensaba que todo estaba perfecto. Me daba exactamente igual los sentimientos de la gente, yo disfrutaba de mi vida.

 

De pronto mi vida de ser perfecta pasó a ser un infierno ya que  a mi hermano Luis le diagnosticaron un tumor cerebral demasiado tarde y dijeron que le quedaban 6 meses de vida, no consiguieron hacer nada para que se pusiera bueno y después de ese tiempo Luis murió. Eso me afectó mucho, estaba muy enfadado con los doctores ya que yo les culpaba de la muerte de mie hermano, me parecía que no habían hecho bien su trabajo y habían dado algo por perdido cuando se podía solucionar. Se lo dije a mi madre y me dijo si crees que puedes hacer las cosas mejor que ellos tendrás que empezar por sacar buenas notas.

 

Esa frase me cambió la vida comencé a estudiar mucho más, pasé de las 0 horas semanales a las 15 y empecé a sacar todo 9 y 10 aunque mi principal nota era un diez, mis padres estaban encantados ya que nunca había estado tan responsable, Los profesores estaban impresionados, mi actitud era sobresaliente, siempre llegaba puntual y hacía todo bien, en casa ayudaba un montón ponía la mesa la quitaba y muchas cosas mas. Poco a poco se fue acercando las selectividad yo tenía mucho miedo de no sacar la nota que necesitaba para la carrera que yo quería, estuvo estudiando un montón casi no salía de casa y finalmente hice el examen y saque la nota que necesitaba, hice la carrera que necesitaba y me especialicé en neurología, hice el examen de especialización y saque una de lasa mejores notas de España, poco después me llamaron para ir a Japón donde la medicina es muy avanzada, en uno de los mejores hospitales, todo me iba muy bien ganaba muy buen sueldo tenía una casa muy grande, una mujer, 3 hijos,  Salvaba vidas, mi vida era perfecta estaba muy orgulloso del cambió que hice desde niño.

 

Cuando yo tenía 37 años un paciente fue diagnosticado de un tumor cerebral y le decía que le quedaban 5 meses de vida, nadie quería arriesgarse todos lo daban por perdido pero yo no, no iba a permitir que le pasase los mismo que le pasó a Mi hermano, el tenía ganas de vivir era un chico joven.

 

Aquí llegó uno de los momentos más difíciles de mi carrera debía de elegir si dejarle vivir cinco meses más y que los aprovechase al máximo o hacerle la operación y que pudiese salir mal y morir en unas horas o bien y que fuera una persona normal y corriente con mucho futuro por delante. Mis superiores me decían que si lo hacía y fracasaba estaría despedido, eran muchas cosas que elegir fue un gran dilema para mi y después de una semana me decidí a operarle.

 

Sabía que las probabilidades de que viviera eran del 6% lo cual es muy poco y me jugaba mi carrera y la vida de una persona. Al siguiente día empezó todo trajeron al chico me preparé traté de tranquilizarme lo máximo y empecé la operación, todo iba mas o menos bien hasta que empezaron los problemas, es una operación en la que se pierde mucha sangre, este paciente estaba en una situación muy muy complicada ya que se estaba perdiendo demasiada sangre y de pronto le dio un parón cardiaco.

 

Intentamos reanimarle de una forma pero no funciono después probamos otra pero tampoco, después otra pero yo aún no me di por vencido, después probamos de la primera manera de nuevo y funcionó su corazón volvió a latir, ahora tenía que tener mucho cuidado de quitarle el tumor sin tocarle el cerebro y necesitaba mucha concentración, de pronto llegué a un punto en el cual no escuchaba nada más que el latido de mi corazón, metí las pinzas y parece que fue bien, luego llegó el proceso de cerradura que ya era mas sencillo. Y dos horas después terminamos la operación, duro unas 7 horas sin descanso y aparentemente había salido bien pero todavía no podíamos estar seguros, estaba muy nervioso, veía a su familia rezando y llorando yo estaba sudando, me jugaba mi trabajo y por ello mi vida.

 

Finalmente todo había salido bien todos empezaron a felicitarme su familia estaba super feliz y vi como eso era lo que me gustaba, ayudar a la gente y salvar vidas, cuando me tocó salvar a este hombre vi como estaba hecho para esto y que no podía acobardarme como hicieron los otros médicos con mi hermano, no iba a permitir que esta persona muriese cuando yo había tenido la oportunidad de salvarle.

 

Ahora este hombre tiene familia e hijos tiene una vida sana y sin enfermedades es feliz y tiene un buen trabajo, se llama Lucas.

 

Lo que quiero explicaros con esta historia es que nunca perdáis la esperanza siempre se pueden solucionar las cosas por muy tarde que sea y que elijáis lo que vosotros penséis que es lo que está bien no por lo que otras personas te digan.

 

Muchas gracias

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