Manuel Barreto Gómez (Si me escupes, me pongo a tu lado)


 

SI ME ESCUPES, ME PONGO A TU LADO

 

 Ese día empezó con una lluvia, es decir, como de costumbre cada día de lluvia los tejados de Madrid estaban llenos de personas. Algunas de esas personas tenían botijos, otras grandes jarras, había alguna que otra que tenía varios cubos esparcidos por el suelo. Y ahí estaba mi madre, llevaba ahí desde hace más de cinco horas, ya que quería coger el mejor sitio para obtener nuestro bien más preciado, el agua.

 

Después de aquella lluvia, ayudé a mi madre a traer los botijos con el agua. Gracias a ese agua pudimos comprar comida para ese día, ya que es nuestro actual bien de intercambio, y no solo eso sino que si no la poseemos, podemos llegar a morir. Ahora que lo pienso, en el colegio nos enseñaron que hace mucho tiempo la gente usaba un papel que se llamaba dinero para comprar cosas, eso es extraño, ¿qué valor tiene un trozo de papel con un número?, ahora lo que usamos es el agua, algo más normal ya que sí tiene valor y no sólo tiene valor, sino que la necesitas para poder vivir.

 

Es un bien tan preciado que desde hace muchos años el ser humano a desarrollado técnicas para intentar ahorrar hasta la más mínima gota; un ejemplo muy bueno es la famosa caja de arena, ¿la conoces? Seguramente sí, hasta la gente más rica la usa, en vez de usar agua o papel para limpiarnos como hacían antes, nos limpiamos en arena ya que es un material que capta la suciedad fácilmente. Luego está la más interesante de ver, ya que cada vez que la ves funcionar te hace sentir como si estuvieses en un laboratorio de química, se llama la destiladora, lo que hace es que cuando terminas de hacer tus necesidades, viertes ahí tu líquido y mediante la evaporación y más sucesos que no entiendo acaba habiendo dos sustancias, una es el agua y el otra  que es una especie de sal amarilla que se tira a la basura. La gente suele tener cuidado con no gastar agua, intenta no hacerse heridas para no perder ni una gota de sangre, en los funerales, solamente la gente rica tiene permitido el lujo de llorar, ya que nadie pobre con dos dedos de frente querría perder unas valiosas lágrimas. Luego hay una máquina que es capaz de captar el agua de la atmósfera, es gracias a ella por la que seguimos adelante mi madre y yo; no sé cómo es posible que siga funcionando, tiene más de 50 años la pobre. En la mayoría de las casa tienen una de estas, es bastante útil pero también son extremadamente caras, sinceramente no sé cómo es que tenemos una aquí.

 

Además de esta máquina y todas esas técnicas, mi madre trabaja muchísimo para poder conseguir un poco de agua, que a veces, no nos daba ni a mí ni ella para poder comer esos días. Además los impuestos que nos pone el gobierno son abusivos ya que lo que hacen es hacernos trabajar y lo único que ellos hacen es quitarnos lo que nosotros hemos conseguido con el sudor de nuestra frente; puede que usen eso para gente más necesitada pero estoy convencido que la mayor parte se lo quedan ellos. Pero no podemos quejarnos, ya que toda aquella persona que se queje se le expropiará toda el agua que tenga en ese momento; es decir, es como matarte pero a cámara lenta. A veces lo pienso y tengo que admitir que me hubiese gustado vivir en el pasado ya que el agua te salía de un tubo siempre que quisieras, también no hacía falta que bebieses tu orina para no morirte de sed.

 

A parte de mi madre, mi padre también trabaja para conseguir un poco de agua, ya que le obligaron a alistarse al ejército para intentar recuperar los manantiales que nos habían robado, es decir, estamos en guerra solamente para conseguir un poco más de agua que seguramente pueda llegar a salvar la vida de mucha más gente; pero ¿a qué precio? ya que muchos soldados de los dos bandos están muriendo. Eso es una buena pregunta, salvar a los soldados o salvar a las personas, a veces las personas tienen que tomar decisiones que realmente no quieren tomar.

 

Ahora me acuerdo de una pregunta que me hicieron hace tiempo, si las desalinizadoras existen, como es que sigue habiendo sed en el mundo si eso sería como tener agua infinita, lo estuve buscando y me pareció interesante como nosotros como “especie dominante del planeta” plantea esa pregunta, no se puede usar ya que la sal sobrante se echaría al mar y morirían todo tipo de fauna y flora. Pero realmente a mí personalmente no me importa matar a otras especies para que podamos sobrevivir, pero si las mataos acabaríamos con gran parte de nuestro alimento; eso es verdad, pero también es verdad que con esa gran cantidad de agua se podrían regar más campos de cultivo y también habrían más animales terrestres ya que sí podrían beber agua, entonces lo que actualmente está haciendo el ser humano es preocuparse más por otras especies de las que no dependemos tanto en vez de preocuparse por nosotros mismos; pero también es verdad que hemos llegado a un punto en el que es imposible hacer un cambio; ya que ese cambio se tendría que haber hecho hace mucho mucho tiempo.

 

¿Pero por qué el agua es tan preciado si hay océanos llenos de ella? La mayor parte de nuestro cuerpo es agua ¿no?, toda la comida que nos llevamos a la boca tiene al menos un poco de agua ¿verdad?, además el agua también se encuentra en el aire en partículas enanas. Todo esto puede que sea cierto pero también es cierto el hecho que sin ella no habría vida, le debemos todo lo que tenemos al agua. Es por eso que he hecho esta reflexión para que pensemos un poco en lo que nos puede llegar a pasar en el futuro si no cuidamos lo que tenemos en este momento. Porque yo no quiero llegar al punto en el que tendría que  beberme mi propia orina para no morirme de sed.

 

Manuel Barreto

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