Martina Campo (El milagro del 11 s)


 

EL MILAGRO DEL 11S

 

Era un día cualquiera, como todos los demás, sin nada especial, 11 de septiembre del 2001 me levanto y voy a trabajar, pero sin embargo ese día nunca lo olvidaré.

 

Trabajaba en una cafetería, ya que decidí ir a vivir a nueva York cuando tan solo tenía 18 años, empecé una nueva vida y para poder estudiar en una buena universidad tenía que ganar dinero de alguna forma.

 

Entraba a las siete de la mañana en la que yo creo que era la cafetería más conocida de toda la WORLD TRADE CENTER ya que estaba situada en frente de la torres gemelas.

Empezaba preparándolo todo para las ocho, cuando se formaba una gran fila de los que iban a entrar a trabajar y así llevarse un café.

 

 

Entro una familia, la mujer trabajaba en una de las torres y el marido iba a llevar a los dos hijos al colegio.

 

Estaban muy contentos ya que era el cumpleaños de uno de los hijos y me acuerdo que pidieron de todo tipo de galletas.

 

Eran las ocho y media y no había nadie en la cafetería excepto la familia menos la mujer que ya se había tenido que ir a trabajar.

 

Sobre las  nueve menos cuarto y desde el ventanal de la cafetería veo a lo que parece un avión acercarse más y más a una de las torres, hasta que se estrella, la verdad que nunca olvidaré ese momento, se me salían las lágrimas, no sabía qué hacer, me quede paralizada, veía  a los niños de la familia aquella llorando y gritando “Mama”, el padre se quedó paralizado como yo no nos creíamos lo que estaba pasando, no paraban de llegar ambulancias, camiones de bomberos y policías, la gente salía de las tiendas para ver qué pasaba y recuerdo a un policía entrar y decir; “desalojen este lugar, están en grave peligro”.

 

Desalojamos y el padre de los niños me dijo que si me podía quedar con ellos y me dejo su número, él se fue corriendo a la torre donde trabajaba su mujer, saltándose a todos los controles, nos fuimos a donde estaba toda la demás gente.

 

Los niños estaban llorando y los que trabajaban dentro de las torres intentando salir, pero eran demasiados.

 

Cuando de repente otro avión se empieza a acercar hasta que se estrella, la gente no se lo creía, nos paraba de correr hacías todos lados, ya no era un accidente, era un atentado contra las torres gemelas de Nueva York, donde ni la policía sabía qué hacer.

 

Fue un momento muy duro, la gente de las torres que estaban paralizadas por encima del fuego se tiraban por la ventana como escapatoria, a otros les dio tiempo a salir de allí, solo los de las primeras plantas, veía como mujeres y hombres desesperados preguntaban por personas.

 

Tras un rato de descontrol y de angustia, no pudo ser  peor momento en l que se callaron las torres, nosotros afortunadamente nos habíamos alejado bastante y lo estábamos viendo en una televisión de una tienda.

 

Hubo gente que falleció aplastada, yo ya tenía muy pocas esperanzas de que siguieran vivos los padres de los niños, estos no podían parar de llorar e intentaban salir corriendo a buscar a sus padres cuando de repente vemos a un hombre y a una mujer preguntando a unos policías por dos niños, los niños salieron corriendo gritándoles, los padres lloraban de la alegría no sabían cómo darme las gracias, a mí no me salían las palabras yo no me lo podía creer después de todo lo ocurrido, era un milagro, el milagro del  “11 s”.

 

 

 

Martina campo Dios, 4ºD, 9 de noviembre del 2021

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