Rodrigo Abad (Quién te crees)

¿Quién te crees?

 

Era un martes cualquiera de Colegio, hoy no me apetecía nada tener clase presencial porque había dormido muy poco la noche anterior y estaba deseando acabar el día cuanto antes, era la tercera hora por lo tanto es la hora más corta del día (50minutos) nos tocaba música con un profesor al cual prefiero no mencionar.

Este profesor era uno de los más temidos por cualquier alumno, desde los estudiantes de 8 asignaturas suspensas por evaluación hasta por los estudiantes de matrícula en todas las asignaturas.

 

 

En la clase de este aburrido martes nos tocaba presentar el trabajo final de la evaluación del cual dependería la mayor parte de nuestra nota, yo le había dedicado bastante tiempo a este trabajo y en mi opinión estaba muy bien hecho o por lo menos eso pensaba hasta que salieron los primeros voluntarios a exponer. ` ¿Algún voluntario que quiera salir a exponer primero? ´ Preguntó el profesor, las primeras manos se levantaron, entre las personas que levantaron la mano estaban Fernando, Pedro y algún alumno más los cuales eran los mejores de la clase, yo sabía que al acabar de presentar los voluntarios me tocaría a mi presentar dado que me siento en primera fila justo delante del profesor y yo no tenía ninguna gana de exponer ese día.

Gracias a la falta de un compañero de última fila, el profesor decidió sentarse atrás del todo para poder ver bien las presentaciones lo cual fue un alivio para mi dado que cualquier risa por mínima que fuese podría suponer la expulsión de la clase o una buena bronca y era más difícil que me viese desde ahí atrás. Después de esto las primeras exposiciones empezaron.

 

 

Tras las primeras presentaciones me empecé a dar cuenta de que tal vez mi trabajo no era tan bueno como pensaba y que posiblemente podía haber trabajado un poco más, pero ya no era tiempo de lamentos porque ya no tenía ninguna solución, bueno si podría decir que me encontraba mal e ir al servicio médico a ver si con un poco de suerte había algo de cola de espera y así para cuando me atendiesen, la clase habría acabado pero además de no atreverme a pedírselo al profesor vi que las notas que ponía estaban siendo muy buenas. Ya no había más voluntarios por lo tanto me tocaba exponer a mí, era el momento decisivo, salí a la pizarra y empecé a exponer, me había preocupado por nada, me puso un 9 en el trabajo, me sentí muy aliviado y volví a mi sitio.

 

 

Hasta este momento el profesor había estado normal, sin enfados, sin gritos y sin discusiones, pero el compañero al que le tocaba exponer detrás mía no había hecho el trabajo y en vez de decírselo, empezó a inventarse excusas y el profesor lo supo de inmediato y se enfadó, pero tampoco era nada fuera de lo normal.

El siguiente compañero tampoco tenía el trabajo y ahí es cuando el profesor decidió revisar antes de seguir con las exposiciones quien había hecho el trabajo y quien no, casi al final de la clase había una chica llamada Blanca que había venido nueva al colegio este año, cuando paso el profesor por al lado suya y vio que no había hecho el trabajo le soltó un comentario de mala manera, no llegue a escuchar que decía pero Blanca le respondió gritando algo que yo nunca me hubiese imaginado que alguien sería capaz de decirle a este profesor por mucho que lo pensásemos casi todos: `¿Quién te crees para hablarme así?´ Le grito Blanca a el profesor, no se escuchaba ni un ruido en la clase y entonces el profesor le respondió gritando aún más fuerte: ´¿Cómo que quien me creo, pero niñata tú que te crees que es esto?´ todo esto mientras el profesor se ponía rojo y se le hinchaba la vena del cuello como si estuviese a punto de explotar, nadie se atrevía a mover ni un solo dedo y entonces Blanca respondió aún más enfurecida y gritando aún más fuerte si eso era posible `¿Pero niñata de que chaval?, que no se quién te crees para hablarnos así no he hecho el trabajo y punto no tienes derecho a hablarnos así´ entonces de repente el profesor se separó de la mesa de Blanca y se calmó, cosa que a mí personalmente me daba aún más miedo y tranquilamente aunque con un tono de voz elevado le dijo, `sal de clase´.

Los dos salieron de la clase. Durante el tiempo que estuvieron fuera nadie se atrevió a decir ni una sola palabra, ¿Acababa de decirle una alumna al profesor a gritos delante de toda la clase todo lo que pensábamos? Me preguntaba yo aun sin dar crédito. Después de hablar unos minutos volvieron a entrar los dos a clase y Blanca se sentó en su sitio y el profesor volvió al final de la clase donde había estado casi toda la clase.

 

 

Faltaban 5 minutos para el patio y por lo tanto no daba tiempo a más exposiciones y el profesor decidió dedicar el tiempo restante de clase a darnos una charla, yo pensaba que ya no podía ocurrir nada más durante esta clase, pero a alguien se le cayó un boli de la mesa durante la charla pero el profesor ya no le grito únicamente pregunto que si le estábamos vacilando, nadie respondió como era de esperar y justo cuando iba a retomar su charla un alumno de la clase se tiró un pedo, yo no me lo podía creer al igual que el resto de la clase, obviamente había sido un accidente pero al profesor esto le dio igual, lo dijo en voz alta acompañado del nombre y apellido del alumno que lo había hecho con el fin de avergonzarle lo cual en mi opinión fue pasarse dado que estaba claro que no había sido intencionadamente pero lo hizo igualmente y tampoco le culpo al profesor dado que tampoco creo que le gustase mucho  todo lo que había ocurrido durante la clase.

 

 

A día de hoy sigo sin saber de nadie al que le haya pasado algo similar en un Colegio o en cualquier sitio y sigo sin saber cómo fue posible ese ciclo de infortunios que ocurrió durante esa corta clase de un aburrido martes.  

 

 

 

 

 

 

                                                                                                                      Rodrigo Abad

                                                                                                                       4ºE  11/21

 


 

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