Teresa Abril (El problema que marco mi vida)


 

EL PROBLEMA QUE MARCÓ MI VIDA


Hola, me llamo Lucía. Hoy, quiero contaros un problema que tuve hace unos años y sobre todo escribo esto para poder ayudar a la gente que pasa por lo mismo que yo pasé en su momento.

 

Todo comenzó el 12 de noviembre de 2014, yo tan solo tenía 13 años. Como todos los días de colegio, me levanté a las 7:00, desayuné y fui al colegio. Mis amigas llevaban mucho tiempo pidiéndome que me descargara Instagram, pero yo siempre había sido una chica muy insegura y por eso me daba miedo hacerlo. Esa misma tarde cuando llegué a casa, estuve pensándolo y al final decidí hacerlo.

 

Empecé a mirar todos los perfiles de la gente, a fijarme en famosos, en las fotos que subían mis amigos y desde un primer momento no me veía igual que ellos, sentí una sensación de rechazo hacia mi persona. Esa misma noche, me tumbé en la cama y estuve hasta las 4 de la mañana pensando que mi cuerpo era peor que el de los demás. Al día siguiente me levante antes, a las 6 de la mañana. Empecé a maquillarme, me vestí y antes de salir de casa, me miré al espejo. En ese momento me empecé a sentir muy mal conmigo misma, después de haber visto como eran las otras chicas, yo me veía mucho peor en comparación con ellas y empecé a llorar. Pero rápidamente me fui al baño a lavarme la cara para que mis padres no me vieran mal. Fueron pasando los días, yo pensaba que solo tenia una pequeña inseguridad que se me acabaría pasando, pero no fue así, cada día estaba peor.

 

Pasaron 3 semanas, y decidí hacer una dieta para adelgazar, pensaba que de esa manera todo iba a mejorar y me iba a poder ver como las demás chicas de mi edad. Pero la dieta no me funcionaba mucho y decidí ir al gimnasio los 5 días de la semana, pero tampoco me funcionó, yo seguía viéndome igual de mal. Un día estaba realmente preocupada, todo lo que comía me sentaba mal y cuando terminaba de comer solo pensaba en ir al baño y vomitar la comida que había ingerido. Pasaron los días y mis amigos me preguntaban que, si estaba bien, que últimamente no salía mucho y que me veían triste. A partir de ese momento, empecé a disimular. Tenía que hacer como que era muy feliz delante de mis padres y amigos, pero después todas las noches las pasaba llorando sola en mi cuarto.

 

Un día, decidí hablarlo con mi mejor amiga Marta. Le conté todo lo que me había pasado durante esos 4 meses. Ella no supo que responder, me abrazó muy fuerte y me dijo que íbamos a salir de eso juntas y que todo iba a salir bien. En ese momento me tranquilicé mucho y me animó para contárselo a mis padres. Cuando lo hablé con ellos, me sentí mucho mejor y ellos me prometieron que me iban a ayudar a partir de ahí todo cambio. Mis padres estaban muy atentos a todo lo que comía y no me dejaban sola en ninguna comida del ahí y en ese momento me empecé a sentir muy presionada y me empezó a agobiar. Todo lo que había conseguido contándoselo lo perdí en poco tiempo.

 

Pasaron los días y yo seguía sin mejorar, hasta que un día mis padres me dijeron que me iban a llevar a un psicólogo. Llego el día, entre en la consulta con muchos nervios y ahí me encontré con él, quien supuestamente me iba a ayudar con todo esto. Entramos a la consulta, me dijo que me sentara, no sabia que decir ni que hacer, estaba bloqueada hasta que me cogió la mano y me dijo “tranquila, estoy aquí para ayudarte”. Comencé a explicarle todo lo que me pasaba. Al cabo de unos meses, me sentía mucho mejor, empecé a recuperar toda la confianza que perdí en su momento.

 

Hoy, 20 de junio de 2019 estoy completamente recuperada, he aprendido que cada uno es perfecto con lo que tiene. Cada rasgo de tu cuerpo es único y no te tienes que dejar influenciar por los demás.  Porque al principio todo parece una tontería, pero todo puede ir a más, como por ejemplo en mi caso. Me he dado cuenta de que lo mas importante es quererte a ti mismo para poder querer a los demás, y que hay gente dispuesta a ayudarte con cada problema que tengas.

Teresa Abril-Martorell

8/02/2022

 

 


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