Constanza Blanco (Nuestro peor verano)


 

NUESTRO PEOR VERANO

 

Hola, me llamo Sofía, y hoy es 22 de agosto de 2016, llevo esperando que sea este día todo el año, son las fiestas en donde veraneo, las fiestas Pita, en La Coruña. Es de las pocas veces que coincidimos todo mi grupo de amigos, por fin. Son ya las siete y cuarto de la tarde y han venido Natalia y Diana a mi casa para prepararnos juntas, ahora que ya estamos listas, nos dirigimos hacia las fiestas.

 

Estas son mis fiestas favoritas sin duda, porque cuando coincidimos todos es súper divertido subirnos juntos a las atracciones, reírnos y volver juntos a casa, lo malo es que a Diana no le dejan hasta tan tarde, su hora de llegada son las dos y media de la mañana, pero no pasa nada, sigue siendo mucho tiempo.

 

Solemos hacer llamada con ella o hablar por mensajes para asegurarnos de que llega bien a casa, pero esta vez, fue diferente.

 

Cuando estaba volviendo, me mandó un mensaje a las dos y treinta y nueve de la mañana diciéndome que había un hombre siguiéndola y gritándole cosas. Por su manera de escribir mensajes se podía ver que estaba muy asustada, la verdad.

Seguí escribiéndola para asegurarme de que llegaba bien a casa, aparecía que estaba en línea pero no me respondía, y, a las dos y cuarenta y tres de la mañana se desconectó.

 

No quise alarmarme demasiado, así que volvía casa y la volví a llamar y escribir, pero seguía sin responderme. A la mañana siguiente, tenía muchísimas llamadas perdidas y mensajes de sus padres, además, su última conexión seguía siendo las dos y cuarenta y tres; Diana había desaparecido.

 

Enviaron una orden de búsqueda, los próximos días fueron horribles, me sentía fatal, podríamos haber salido a buscarla cuando me envió esos mensajes. No tuvimos noticias nuevas de Diana hasta el 28 de octubre, un mes y seis días después. Un marinero había encontrado su teléfono, yo ya había perdido la esperanza, ¿Qué hacía su teléfono a 20 kilómetros de casa? Pero yo no era la única que había perdido la esperanza; Habían cerrado el caso.

 

El 25 de diciembre del año siguiente, una chica estaba volviendo a casa y un hombre la forzó a subir a su coche con una navaja, pero sus gritos alarmaron a los vecinos, y el hombre tuvo que huir. La descripción que dio la chica de ese hombre coincidía perfectamente con Enrique Abuín, conocido como el chicle, 41 años. Resultó ser uno de los sospechosos del caso de Diana, así que reabrieron el caso.

 

 

Tras reabrir el caso, lo primero que hicieron fue volver a interrogar a su esposa, la cual en el primer interrogatorio había dicho que la noche de desaparición de diana el chicle estuvo en casa con ella. Pero en este segundo interrogatorio dijo que había mentido, y que no sólo no había estado en casa ese día, sino que también estuvo en las fiestas Pita, dejándolo sin coartada. El chicle, tras el interrogatorio de su mujer, y sin coartada, tuvo que confesar.

 

Hoy 31 de diciembre de 2017, un día que se supone que es para celebrar, me entero de que Diana fue secuestrada, estrangulada y abusada por el chicle aquel 22 de agosto. Y de que estuvo desde ese día sumergida en un pozo en una nave industrial abandonada, y atada a ladrillos para que no flotase.

 

Siempre te recordaré, Diana, siempre fuiste y serás la mejor amiga que he podido llegar a tener. Atentamente, Sofía.

 

 

Constanza Blanco Cuesta

1 BACH B

16 de mayo de 2022

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