Guillermo Carreras Fernández (Sin Miedo)


 

SIN MIEDO

 

-S…se…se me oye??

-Sí sí, alto y claro

-Hola mi nombre es Guillermo y nos encontramos en la capital de Ucrania, Kiev. Estamos a 26 de febrero y son las 5 hora española, la situación es…espectacular.

 

Nos encontramos en una mañana del 24 de febrero del 2022 en Kiev capital de Ucrania que está siendo atacada recientemente por su país vecino, Rusia. En Kiev se vive un ambiente melancólico con graves perdidas y sufrimiento, en el aire se nota una tensión constante y un claro conflicto armado a la espera. Ucrania ha estado siendo conquistada por Rusia. El inicio de la guerra se saldó con 137 muertos y más de 300 heridos según las autoridades ucranianas. Rusia se hizo con Chernóbil y se quedó a las puertas de Kiev, mientras Biden y la UE anuncian sanciones. Los ucranianos han vivido con un miedo constante a esta ofensiva rusa y con el temor de la destrucción de su país y hoy 24 de febrero se avecina el fin de este aguante y la caída de Kiev en un sangriento conflicto.

 

Todo estaba preparado, pero…algo sucedió.

De una calle una madre y sus dos hijos aparecieron. No aparecieron con las manos vacías, no, si no con una flor, una flor típica ucraniana, un girasol, un símbolo que ha representado a estos ucranianos, donde el color amarillo da la felicidad da la esperanza quita el miedo y mira al futuro. De otro portal salió otra familia y detrás otra, todos portaban girasoles en las manos los niños, los abuelos, los padres y madres, y detrás de ese girasol portaban una sonrisa una sonrisa, pura, simple.

 

Con esa sonrisa feliz contagiaban esa felicidad esa valentía a los demás, poco a poco las familias fueron agrupándose, donde sería el campo de batalla donde estaría la muerte, pero por esas calles no había muerte solo había felicidad, poco a poco de los portales de las casas salían más personas, salían más familias solo llevaban un girasol en la mano, no era un arma y tampoco daba miedo. Al contrario, daba seguridad, daba paz daba esperanza, los ciudadanos fueron agrupándose poco apoco a las plazas y con un ritmo tranquilo con un ritmo lento se dirigieron a la zona norte, donde los rusos habían desplegado todo su arsenal, Tanques de guerra, fusiles, metralletas, ¿pero que llevaban ellos? Solo girasoles se disponían a luchar con eso.

 

Al cabo de un rato las personas fueron llegando a la zona norte, llegando a la plaza se pusieron mirando fijamente a los rusos que se encontraban parapetados en bunker y Trincheras con sus tanques listos para matar.

 

Al verles todos se sorprendieron todos se quedaron mirando fijamente a esas familias sin defensa alguna que a su girasol agarraban fuertemente mientras se acercaban a un ejercito entero, y cuando a se quedaron solo a 20 metros se pararon y los miraron, con una mirada tranquila, una mirada pacifica una mirada de amor.

 

-¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡DISPARAR¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡-Grito el comandante desde lo alto de la trinchera

El silencio envolvió la calle, envolvió a los soldados, envolvió a los niños, a los padres y las madres, envolvió a los abuelos y abuelas. Un silencio… ¿de victoria?

 

 

-       Es inimaginable, el propio pueblo paro a los rusos, es algo inaudito mirar a estos niños corriendo de un lado otro a las familias felices y la ciudad contenta, por su victoria, al parecer la resistencia pacifica ha hecho replegar a los rusos y a conseguido que Kiev se salvara de la conquista rusa, sin ninguna mota de sangre, ¿Alguna vez había pasado algo tan inaudito? -Agachándose y agarrando un girasol lo muestra a la cámara

-       Este gesto ha salvado vidas y esa valentía les hace hoy ser felices.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Guillermo Carreras Fernández 4E N7 26/05/2022

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