Teresa Abril Martorell (Logré superar la batalla)


 

LOGRÉ SUPERAR LA BATALLA


Hola, me llamo María, tengo 21 años y vivo en Madrid. Escribo este artículo contando mi experiencia por si alguna persona esta pasando por lo que yo pase en su momento, que sepa que no está solo en esto.

 

 

Todo comenzó el 6 de septiembre de 2018 cuando yo tenía 17 años. Era el primer día de colegio y estaba muy ilusionada por empezar ya que era mi ultimo año antes de ir a la universidad. El último mes de verano no me lo pase nada bien porque tenía fiebre a todas horas, no tenía nada de hambre además de que estaba cansada todo el día y no me apetecía ni salir con mis amigos. Al principio pensaba que simplemente me habría puesto mala, pero paso 1 semana y seguía igual asique decidí decírselo a mis padres e ir al médico.

 

 

Ese 6 de septiembre a tercera hora de la mañana cuando estábamos en clase de biología, me llamaron por el telefonillo del colegio. Yo baje a portería muy confusa ya que no sabía porque me habían llamado, entonces vi a mis padres a lo lejos, estaban llorando y yo seguía sin entender nada, entonces me acerque corriendo y sin decir nada, me abrazaron. Estuvieron abrazándome 3 minutos sin decir ni una sola palabra, entonces yo me asusté y empecé a insistir en que me contaran que había pasado y ellos me dijeron que les habían llamado del médico y me habían diagnosticado leucemia mieloblástica aguda. No entendía nada de lo que me acababan de decir, pero claramente no sonaba nada bien, tenia pinta de ser algo muy grave. Entonces nos fuimos los tres al médico, mis padres seguían llorando, pero yo seguía sin entender que era eso tan grave que me pasaba y no quería preguntarles porque se les veía muy tristes. Cuando llegamos a la consulta, me senté y lo primero que le dije al doctor fue que explicara que era la leucemia mieloblástica aguda entonces me dijo: “un tipo de cáncer que afecta a las células de la médula ósea, la sangre y, a veces, otras partes del cuerpo.” En el momento en el que dijo cáncer, deje de escuchar todo lo demás. No tenía palabras, no sabia que decir ni como reaccionar, me esperaba de todo menos cáncer. El seguía hablándome y yo seguía sin escucharle no sabia que hacer, me quedé en blanco y empecé a llorar, entonces mis padres me abrazaron muy fuerte y me dijeron que todo iba a salir bien y que iba a salir de esta con su ayuda, y la verdad que eso me tranquilizo bastante. Entonces el medico me dijo que iba a tener que empezar con la quimioterapia lo antes posible.

 

 

Pasaron dos días, me levanté asustada ya que ese día seria mi primer día de quimioterapia. Nada más levantarme fui al cuarto de mis padres, me tumbé con ellos y empecé a llorar. me empezaron a tranquilizar diciéndome que ellos iban a estar conmigo y que todo iba a salir bien, entonces cogimos todo lo necesario y nos subimos al coche. Llegamos al hospital, una enfermera me llevo por un pasillo larguísimo hasta llegar a una habitación. Al entrar en la habitación me quede alucinada, había 7 niños más con el tratamiento de quimioterapia, la verdad que me tranquilizo el hecho de no ser la única que estuviera pasando por la misma situación. Me senté al lado de una chica llamada Sofia que me empezó a contar su experiencia con el cáncer , las dos horas que estuve ahí, casi ni me pensé en el hecho de estar en una camilla del hospital con tubos y agujas, me entretuve un montón hablando con ella y al salir de la habitación, mis padres  no entendían porque estaba tan contenta.

 

 

Fueron pasando los días y yo seguía yendo al hospital para continuar con el tratamiento, la verdad que no me disgustaba ir al hospital ya que sabía que al llegar iba a ver a Sofía. Cada día éramos más amigas y me sentía super cómoda con ella incluso cuando le decía que había tenido un mal día, me compraba fresas que sabía que me encantaban. Dentro de lo que cabe todo iba bien, pero un día al llegar al hospital, Sofía no estaba y las enfermeras no paraban de llorar, me imagine que pudo haber pasado, aunque no quería ni imaginármelo. Fui corriendo y abracé a una de las enfermeras, yo no podía parar de llorar, no me podía creer que el cáncer se hubiera llevado a una persona que me había ayudado tanto y que era tan importante para mí.

 

 

Los días siguientes fueron horribles, no tenia ganas de ir al hospital y no me quitaba de la cabeza lo que había pasado.  Pero un día, estaba pensando en todas las conversaciones que tuve con Sofía y me acorde de cuando me dijo que pasara lo que pasara tanto a ella como a mí, íbamos a llegar hasta el final con fuerza e íbamos a conseguir superar el cáncer la una por la otra. A partir de ese momento le puse mas ganas a todo, iba al hospital con fuerzas y con la esperanza de que todo saliera bien y así lo supere, tras varios ciclos de quimio y un trasplante de médula, lo he superado. No puedo estar mas orgullosa de todo lo que conseguido con mi esfuerzo diario. tras el dolor, las pérdidas y las caídas he llegado a este punto en que puedo decir que he superado el cáncer. He aprendido a valorar cada día como si fuese el ultimo y lo seguiré haciendo durante todo lo que me queda de vida.

 

 

 

Teresa Abril-Martorell 1ºA

18/05/22

 

 

 

 

 

 


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