Carlos Galindo (Hormigas)


 

HORMIGAS


Las hormigas son insectos muy curiosos, si las observas un poco más detalladamente, te puedes llegar a dar cuenta de que son unos seres perfectamente organizados, que viven en comunidad, son realmente fascinantes, pero, tienen una pega, su tamaño, al fin y al cabo, son simples hormigas, unos insectos minúsculos a los que no les prestamos la mínima atención, es más, son tan minúsculas e insignificantes, que, es prácticamente imposible reconocer a una de estas y ponerle cara.

 

Me llamo Daniel, soy un chico de 16 años que vive en Kiev, Ucrania. Vivo con mis padres, aunque tengo un hermano llamado Jamal, pero está en el frente, tenemos poco, pero soy muy feliz, últimamente la ciudad está muy alborotada, la guerra, no deja tranquilo a nadie, aunque, yo estoy un poco más tranquilo que el resto de la gente, gracias a que me sumerjo en mi mundo de hormigas y me olvido del resto.

 

 Como ya habréis intuido, mi animal preferido son las hormigas, siempre que tengo tiempo libre, cuando las sirenas descansan, me dedico a estudiarlas, ya que, en el jardín de casa, hay un hormiguero. Pienso que, pese a no parecernos físicamente, los seres humanos, somos muy parecidos a las hormigas en su forma de pensar y actuar, mi padre dice, que, fuera de nuestra tierra, en el resto de Europa, nos están ayudando, o eso dicen, porque a la hora de la verdad, no he visto que nada cambie.

 

 Esto lo veo muy parecido a las hormigas. Estas, viven en comunidad, en el mismo hormiguero puede llegar a haber hasta doscientas cincuenta mil hormigas, sin embargo, aunque todas son conscientes de la red que forman, realmente las hormigas nunca se llegan a conocer entre sí, son tal cantidad que resultaría imposible, se preocupan de realizar su roll y mantener contentas a las hormigas que sí conocen, pese a que el hormiguero lo forman todas. Les resulta absurdo preocuparse por el resto de hormigas pese a que dependen las unas de las otras.

 

 Si ponemos zoom en el hormiguero vemos que nuestras vidas son como las de las hormigas, pese a formar parte de una sociedad, somos tan insignificantes individualmente que, realmente, nadie más que tus seres queridos se van a preocupar por tu situación, igual que las hormigas. Sin embargo, si le quitas zoom a este hormiguero, y nos vamos por ejemplo a la guerra que está sufriendo mi país, vemos, como en este hormiguero en el que vivimos, un puñado de hormigas menos, van a resultar insignificantes para el hormiguero, el razonamiento es el mismo, somos tan insignificantes que, ninguna hormiga se va a preocupar por tu situación si a ella no le afecta lo que sucede.

 

Sin embargo, no sucede lo mismo cuando el hormiguero tiembla, es muy curioso que pese a acabar de ver el egoísmo de las hormigas, cuando hay un temblor general en el hormiguero estas se ponen todas alerta para actuar en conjunto, ya que la situación que se está viviendo les afecta. Realmente me voy dando cuenta de que cada vez hay más similitudes entre las hormigas y el ser humano.

 

 

Este, es totalmente indiferente a su entorno más allá de su ciudad. Sin embargo, se pone alerta cuando la situación le puede afectar directamente.

Actualmente, el hormiguero está temblando, y la gente está muy atenta de cómo va a ser el desenlace de esta situación. Ya a nadie le importa lo que pase en mi tierra, todos tienen los ojos puestos en el cerdo marrano ese de Putin, ya que, tras la amenaza nuclear que pronunció el día de ayer, se pusieron todos de alerta por si tenían que actuar en conjunto para salvar el hormiguero.

 

Pienso que, aunque no nos lo creamos somos igual de insignificantes que una hormiga, nuestra aportación en la vida es mínima, y nuestro único objetivo es conseguir ser felices esquivando las piedras que surjan en el camino.

Carlos Galindo 1ºB; 10/11/22

 

 

 

 

 

 

 

 

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