Enrique Serna (La Traición)


 

LA TRAICIÓN


Hola me llamo Nemo y él es mi mejor amigo dorado. Nos conocemos desde muy pequeños y en ese momento supimos que siempre seríamos mejores amigos, nuestra casa es muy grande además vivimos junto con otra mucha gente, los cuales son muy majos, pero a veces pueden llegar a ser un poco egoístas ya que como la mayoría son más mayores que nosotros aprovechan para quitarnos nuestra comida.

 

¡Hoy es día de visitas¡, estamos muy ilusionados ya que seguramente Dorado y yo seamos los candidatos perfectos para que nos adopten. Fue pasando el tiempo y nadie nos quería y empezamos a deprimirnos un poco hasta que 3 minutos antes de cerrar una familia super simpática se dirigió hacia donde estábamos nosotros, nos emocionamos muchísimo porque sabíamos que esta era nuestra última oportunidad entonces decidimos hacer todo lo posible para irnos con aquella familia. Después de estar un buen rato insistiendo el hijo mayor me eligió a mí, pero me di cuenta de que no le hacían mucho caso a Dorado, así que decidimos juntaros para que nos eligiesen a los dos. Y así fue, nos eligieron a los dos, no nos lo podíamos creer, vimos como los padres compraban nuestra comida mientras que los hijos no dejaban de jugar con nosotros y admirarnos lo cual nos hacía sentirnos famosos.

 

Tras un largo viaje en coche llegamos al que sería nuestro nuevo hogar un ático en la calle Eucalipto número 23. En casa estábamos muy bien ya que Quique y Marta que eran los hijos siempre jugaban con nosotros y nos lo pasábamos muy bien y siempre estaban atentos a que no nos faltase nada.

 

Todo parecía como de cuento, aunque pasado un tiempo ya no nos hacían tanto caso y era Sandra, la cuidadora, la que cuidaba de nosotros. Al principio no nos cayó muy bien pero más tarde se fue convirtiendo en la persona a la que más queríamos junto a Quique, entre los dos eran los que mejor nos trataban ya que yo creo que a los padres no les caímos muy bien y Marta se acabó cansando de nosotros.

 

Un día hubo una discusión en casa por culpa nuestra, ya que los padres decían que nuestra comida era demasiado cara y que era mejor devolvernos al lugar del que vinimos. Dorado se puso muy triste y yo tuve que consolarlo casi toda la tarde. El tiempo fue pasando y cada día comíamos menos ya que no había suficiente comida para los dos.

 

 

Entonces pasó, un día 13 de octubre de 2017 se tomó la decisión de devolvernos a nuestro antiguo hogar, aunque por dentro Dorado y Yo estuviésemos muy dolidos nunca les íbamos a guardar rencor a los padres por no querer seguir estando con nosotros. Nos subimos por última vez a aquel Mercedes gris, sabíamos que esa sería la última vez que veríamos a Quique y a Marta.

 

De repente escuchamos a los padres decir que no volvíamos a casa, sino que íbamos a pasar un tiempo con los abuelos mientras la familia se iba de vacaciones, aquella noticia nos alegró muchísimo ya que sabíamos que algún día volveríamos a estar todos juntos.

 

Cuando llegamos a Logroño vimos lo grande que era la casa y lo simpáticos que eran los abuelos y lo bien que nos habían recibido. En ese momento sucedió algo que yo jamás me habría imaginado, Dorado el que siempre había sido mi mejor amigo empezó a atacarme como si quisiera acabar conmigo, al principio pensé que era un juego, pero cuando vi esos ojos rojos como la sangre supe que me quería hacer daño.

 

Antes de acabar conmigo Dorado me pidió perdón y me dijo que nunca me olvidaría. En ese momento me di cuenta, llevábamos 1 semana sin comer y el hambre pudo con Él. Antes de que Dorado acabase conmigo le di las gracias por todos estos años que habíamos pasado juntos y le dije adiós por última vez.

 

Enrique Serna Cabezón,26,1B, 5/11/2022

 

 

 

Comentarios