LA TRAICIÓN
Hola
me llamo Nemo y él es mi mejor amigo dorado. Nos conocemos desde muy pequeños y
en ese momento supimos que siempre seríamos mejores amigos, nuestra casa es muy
grande además vivimos junto con otra mucha gente, los cuales son muy majos,
pero a veces pueden llegar a ser un poco egoístas ya que como la mayoría son
más mayores que nosotros aprovechan para quitarnos nuestra comida.
¡Hoy
es día de visitas¡, estamos muy ilusionados ya que seguramente Dorado y yo
seamos los candidatos perfectos para que nos adopten. Fue pasando el tiempo y
nadie nos quería y empezamos a deprimirnos un poco hasta que 3 minutos antes de
cerrar una familia super simpática se dirigió hacia donde estábamos nosotros,
nos emocionamos muchísimo porque sabíamos que esta era nuestra última
oportunidad entonces decidimos hacer todo lo posible para irnos con aquella
familia. Después de estar un buen rato insistiendo el hijo mayor me eligió a
mí, pero me di cuenta de que no le hacían mucho caso a Dorado, así que
decidimos juntaros para que nos eligiesen a los dos. Y así fue, nos eligieron a
los dos, no nos lo podíamos creer, vimos como los padres compraban nuestra
comida mientras que los hijos no dejaban de jugar con nosotros y admirarnos lo
cual nos hacía sentirnos famosos.
Tras
un largo viaje en coche llegamos al que sería nuestro nuevo hogar un ático en
la calle Eucalipto número 23. En casa estábamos muy bien ya que Quique y Marta
que eran los hijos siempre jugaban con nosotros y nos lo pasábamos muy bien y
siempre estaban atentos a que no nos faltase nada.
Todo
parecía como de cuento, aunque pasado un tiempo ya no nos hacían tanto caso y
era Sandra, la cuidadora, la que cuidaba de nosotros. Al principio no nos cayó
muy bien pero más tarde se fue convirtiendo en la persona a la que más
queríamos junto a Quique, entre los dos eran los que mejor nos trataban ya que
yo creo que a los padres no les caímos muy bien y Marta se acabó cansando de
nosotros.
Un
día hubo una discusión en casa por culpa nuestra, ya que los padres decían que
nuestra comida era demasiado cara y que era mejor devolvernos al lugar del que
vinimos. Dorado se puso muy triste y yo tuve que consolarlo casi toda la tarde.
El tiempo fue pasando y cada día comíamos menos ya que no había suficiente
comida para los dos.
Entonces
pasó, un día 13 de octubre de 2017 se tomó la decisión de devolvernos a nuestro
antiguo hogar, aunque por dentro Dorado y Yo estuviésemos muy dolidos nunca les
íbamos a guardar rencor a los padres por no querer seguir estando con nosotros.
Nos subimos por última vez a aquel Mercedes gris, sabíamos que esa sería la
última vez que veríamos a Quique y a Marta.
De
repente escuchamos a los padres decir que no volvíamos a casa, sino que íbamos
a pasar un tiempo con los abuelos mientras la familia se iba de vacaciones,
aquella noticia nos alegró muchísimo ya que sabíamos que algún día volveríamos
a estar todos juntos.
Cuando
llegamos a Logroño vimos lo grande que era la casa y lo simpáticos que eran los
abuelos y lo bien que nos habían recibido. En ese momento sucedió algo que yo
jamás me habría imaginado, Dorado el que siempre había sido mi mejor amigo
empezó a atacarme como si quisiera acabar conmigo, al principio pensé que era
un juego, pero cuando vi esos ojos rojos como la sangre supe que me quería
hacer daño.
Antes
de acabar conmigo Dorado me pidió perdón y me dijo que nunca me olvidaría. En
ese momento me di cuenta, llevábamos 1 semana sin comer y el hambre pudo con Él.
Antes de que Dorado acabase conmigo le di las gracias por todos estos años que
habíamos pasado juntos y le dije adiós por última vez.
Enrique
Serna Cabezón,26,1B, 5/11/2022
Comentarios
Publicar un comentario