Jimena Hernández (Entre escombros)



ENTRE ESCOMBROS


Mi nombre es Adalet y tenia 14 años cuando todo esto ocurrió, vivía con mis padres y mi hermano pequeño en una casa en la preciosa ciudad de Kahramanmarah (Turquía).

Aquel fue un día soleado, corría una suave brisa de invierno que sentí en la cara mientras caminaba con mi hermano a clase. Fue un día de clases un poco largo por lo que estaba deseando llegar a casa para continuar viendo con mi madre la película que dejamos a medias la noche anterior. Pero antes debía ir a casa de mi mejor amiga Alara para terminar un trabajo que debíamos entregar la semana siguiente.

Recuerdo que llegué a casa un poco más tarde de lo normal ya que el trabajo se había alargado un poco, cuando entre por la puerta pude oler el aroma de lo que parecía ser mi comida favorita, asique me apresuré hasta la cocina donde estaba mi madre que me saludo con un fuerte abrazo, a continuación, fui a saludar a mi padre quien estaba dormido en el sillón, supongo que él también había debido de tener un día largo.

 

Durante la cena charlamos sobre nuestro día y sobre lo que haríamos el día siguiente, una pena que el destino tuviese otros planes.

Recuerdo que aquella noche mi padre nos dejó ir a la cama un poco más tarde ya que en la tele estaban dando nuestro problema favorito, pero pasadas las 11 mamá nos acompañó a la cama y nos dio las buenas noches como de costumbre.

 

 

Era una noche como cualquier otro y enseguida me dormí, recuerdo soñar que viajaba en un barco con mi amiga Alara a una isla en la que encontrábamos especies de animales nunca vistas. Hasta que un gran estruendo me despertó, cuando me levante vi como todo a mi alrededor se caía y rompía en pedazos. Inmediatamente entraron mis padres a la habitación gritando que saliésemos. Mi padre cogió a mi hermano en brazos mientras mi madre me llevaba de la mano, nos dirigíamos a la escalera ya que las habitaciones se encontraban en la planta de arriba.

Mi padre ya estaba abajo con mi hermano mientras que yo me apresuraba a bajar en último escalón. Era el turno de mi madre, se dispuso a bajar la escalera cuando por accidente se le quedo la pierna atrapada en un hueco de la escalera, mi padre nos ordenó a mi hermano y a mí que saliéramos y nos metiésemos en el coche, y así lo hicimos.

Habían pasado unos segundos y los nervios y la desesperación se apoderaban de mí, al ver que mis padres no regresaban salí del coche y corrí a buscarles.

 

 

Cuando entré me encontré a papá al lado de la escalera gritando el nombre de mi madre, me di cuenta de que había trozos de escombros bloqueando la escalera en la que ella se encontraba. Enseguida le pregunté lo que estaba sucediendo y este me dijo que no podía ayudar a mi madre ya que al estar la escalera bloqueada no podía pasar y que solo había encontrado un pequeño hueco entre los escombros para poder pasar al otro lado.

Miré a mi padre a los ojos y le dije que entraría por el hueco para ayudar a mi madre, él se negó rotundamente, pero al ver como se seguía derrumbando la casa terminó aceptando víctima de la desesperación.

Me dispuse a entrar por el pequeño hueco entre los escombros y unos pasos más adelante vi a mi madre, ella se asustó al verme ahí pero rápidamente la tranquilicé mientras le ayudaba a sacar la pierna del agujero. 

 

 

Entre las dos conseguimos romper un trozo de lo que parecía ser el techo caído y salimos de aquella zona. Recuerdo ver como mi madre me esperaba en el marco de la puerta mientras yo salía a toda prisa esquivando los muebles que caían a mi alrededor.

En la puerta mi madre me extendió el brazo, y unos pasos antes de llegar a la puerta para agarrarle la mano sentí como algo enorme caía encima de mí, aplastando por completo mi cuerpo. Mis padres ante esta horrible escena entraron a intentar ayudarme, pero ya era demasiado tarde.

 

 

Recuerdo escuchar sus gritos de desesperación mientras sentía como mi corazón dejaba de latir poco a poco.

Por un instante dejé de sentir y comprendí que ahí acababa todo, por un momento me pareció ver las mejores escenas de mi vida pasar ante mis ojos, toda una vida de recuerdos y experiencias, pensé en todo lo que dejaba atrás: amigos, familia…

Pero comprendí que no podía hacer nada para evitarlo asique cerré los ojos y me dejé llevar entre los escombros.

 

Jimena Hernández Fernández 1B

8/2/2023

 

 

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