LA VIDA DE BENJAMIÉN
Era sé un día cálido de verano en Madrid cuando en la familia Jiménez Flores hay una buena noticia, Concha que lleva 2 años casada con su marido Alberto, está embarazada, está noticia no pilla por sorpresa al matrimonio pues lo estaban buscando. Está buena noticia es comunicada a toda la familia y nueves meses y dos días después, Concha se pone de parto. Concha rápidamente llamó a Alberto que estaba trabajando, y este se lo comunica a su jefe y se va a casa para acompañar a su amada esposa en este bonito momento. Alberto, que era un chico previsor, ya tenía hecha la maleta del futuro bebé hacía ya un tiempo entonces cogieron todas las bolsas y se fueron al hospital. Tras un par de horas esperando, Benjamín nació, y no sólo el, sino que también su hermano mellizo el cual se desconocía su existencia. Toda la familia fue a visitar a Concha y a los bebés al hospital y a los 3 días ya estaban en casa. Juancho había tenido mucha suerte, pues había nacido en una gran familia en la cual no le faltaría de nada. Benjamín era un buen bebé, comía, se reía y dormía y su vida durante un año y medio se resumió en eso. Sus padres estaban muy contentos pues en principio estaba sano y además por las noches dormía del tirón sin molestar a nadie. El segundo año ya empezó a interactuar un poco con las cosas de su alrededor y empezaba a intentar decir sus primaras palabras, intentaba comunicarse con su hermano mellizo y sus padres lo apuntaron en la guardería, allí estaba lleno de niños como él y donde puedo hacer sus primeros amigos y donde aprendió las primeras normas. A los tres años ya sabía pronunciar como podía algunas palabras y empezaba infantil. Aprendió el abecedario, nuevas palabras y ya se relacionaba más con su hermano, esto hizo que se produjese su primera pataleta y enfado con su mellizo. Los cuatro años fueron un poco iguales que el anterior, pero ya aprendía a leer pocas cosas. Además, descubrió que su mayor afición serían las motos y los coches. A los cinco años ya sabía hablar con cierta fluidez y había crecido bastante, o eso decía su abuela siempre que le veía. Seguía con sus amigos de la guardería y se lo pasaba bien en el cole. A los seis años pasó a primaria donde seguiría con sus amigos y empezaría a tener sus primeros deberes y examencitos. Además, se mudó de casa y ahora vivía mucho más cerca de sus abuelos y del colegio. Los siete años fueron un año con pocos acontecimientos. Los 8 años fueron un año de cambio donde empezó a tener más deberes. Seguía estando con sus amigos en clase y ya empezaban a ir unos a casas de otros a jugar a videojuegos o a cumpleaños. A los 9 años se apuntó al equipo de baloncesto de su colegio, pero desgraciadamente no destacó mucho, a pesar de eso, a él le gustaba mucho y siguió en el equipo. A los esperados 10 años, hizo la comunión y no hubieron muchos más acontecimientos. Y su vida prosiguió un poc de la misma manera hasta los 15 años. A los 15 años, empezó a salir con sus amigos, despertó su interés por las chicas e iba adquiriendo más independencia. En el aspecto escolar iba bien y seguía jugando al baloncesto donde además había progresado mucho y ya no era el malo. A los 16 empezó el bachillerato donde estaba más agobiado y más comprometido con los estudios al saber que sus notas determinarían su futuro. A los 17 empezó su último año en el colegio, un año de muchos cambios y haría su examen más importante, la temida EVAU. No le salió mal y pudo entrar en la carrera que el quería. A los 18 empezó la universidad, hizo nuevos amigos, se sacó el carnet de conducir, viajó y empezó su primer trabajillo para costearse algún capricho y otro pequeño porcentaje para ahorra.
A los 19 años conoció a una chica muy guapa en su facultad y acabaron siendo novios. Vivió nuevas experiencias y empezaba a ser más maduro. Los 20 años pasaron como si nada y con ningún evento importante. A los 21 años acabó la carrera y empezó un master a la vez de un pequeño trabajo, seguía con su novia y empezaba a tener una gran libertad. Además, heredó el coche de sus padres. A los 22 terminó el master y enconytró un muy buen puesto de trabajo. A los 23 había ahorrado un poco de dinero y decidió independizarse con su novia. Esto fue un paso traumático para su madre la cual no quería asumir esta nueva etapa. Los 24 años fueron muy tranquilos. A los 25 seguió en su trabajo y fue ascendido. A los 26 le pidió matrimonio a su novia y ella dijo que sí. A los 27 años se casó con su novia he hicieron un bonito viaje. A los 28 años firmaron una hipoteca juntos para comprar su primera casa. A los 29 años su mujer se quedó embarazada de un niño el cual llamaría Benjamín. Los 30 fueron difíciles, ya no se sentía un chaval y además tenía que cuidar de su hijo. Los 31 años fueron algo mejor que los 30. Encontró un nuevo trabajo en el que le pagaban más, pero tenía que viajar y eso no le importaba, asique lo aceptó. Los 31 fueron un año trájico. En uno de esos viajes, el avión en el que iban dio un fallo motor entre otros, y desgraciadamente el piloto no se hizo con el control de la aeronave y finalmente después de un aparatoso intento de aterrizaje todos los pasajeros y tripulación del avión perdieron la vida. Incluido el. La familia tubo un año muy malo pro no se dejaron hundir. Su mujer crió a su hijo muy bien y este decidió ser médico para poder salvar vidas. La mujer continuó su vida como viuda guardándole culto a su difunto marido y tras unos años un poco complicados continuó su vida felizmente acordándose de su marido con un bonito recuerdo.
Bosco Ortiz Sanz. 1ºA. Mayo 2023.
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