Guillermo Martínez García (Nueve-once)


 

NUEVE - ONCE

 

Damián, un señor de 37 años, nacido en la ciudad de Austin, en Estados Unidos, acababa de mudarse hacía apenas tres semanas de su ciudad natal, junto a su mujer, Gloria, a un pueblo de la frontera de Nueva York. Pese a que ambos se tenían que tirar todo el día ordenando su nueva casa porque la mudanza requería de ello, Damián tenía que sacar algo de tiempo para ir a su oficina de allí. Su jefe, Paul, le decía constantemente que entendía su situación y que todo el tema de la mudanza era algo complicado, pero que aun así debía sacar al menos cinco horas al día para ir a la oficina a trabajar. Damián era un empresario con un alto cargo, dueño de una empresa muy importante a nivel nacional, lo que exigía un gran sacrificio y esfuerzo por su parte, cosa que se le daba de maravilla incluso con una mudanza de por medio. Siempre conseguía organizarse para ir un rato por la mañana a la oficina, ayudar otro rato con la mudanza, y volver por la tarde al trabajo a cerrar asuntos.

 

Esta mañana, era como cualquier otra; Damián, se levantó a las 7 de la mañana, se tomó su café como siempre hacía, y cogió su coche para ir a trabajar. El trayecto era de unos 45 minutos en coche, pero eso no suponía de un obstáculo para él. Llegó a la oficina a las 8:13 de la mañana, 2 minutos antes de lo previsto. Nada más entrar, saludó a sus compañeros de la oficina, se sentó frente a su ordenador y se puso a trabajar.

 

Esta semana la empresa debía programar un par de eventos muy importantes para la semana que venía, ya que el director general de la empresa iba a venir y debían demostrarle los avances respecto a antes de verano. Por ello, Damián contaba con mucho trabajo y tenía que aprovechar al máximo las horas de trabajo o no le daría tiempo a organizarlo todo.

 

Apenas llevaba media hora sentado Damián en su asiento, cuando de repente se escuchó un enorme estruendo en el edificio, seguido de muchos gritos y llantos, que sembraban el pánico en el edificio. Lo raro, es que nadie en la planta sabía lo que pasaba, ya que ahí todo parecía estar en condiciones, pero rápidamente, aparecieron decenas de personas subiendo por las escaleras lo más rápido que podían mientras gritaban pidiendo ayuda. También había algún miembro de seguridad junto a ellos que insistían en que se calmasen. Estos, explicaron que un avión había chocado accidentalmente entre las plantas 90 y 100 aproximadamente. Damián se encontraba en la planta 107 junto al resto de personas.

 

Pasados tres minutos del susto, se empezó a ver humo invadiendo la sala y fue entonces cuando se desató el pánico. Algunos, ante la incapacidad de respirar que sentían, intentaban bajar las escaleras lo más rápido posible en dirección a las plantas bajas, sin embargo, no volvió a subir ni uno. La sala se vio totalmente invadida por el fuego y por el humo y ya apenas se escuchaban algunos lamentos desgarradores. Damián, por suerte, había conseguido meterse en una mini sala dentro de la planta. La duda invadía su cuerpo, ya que no sabía que hacer.

 

 

Fueron los minutos más difíciles de su vida, mientras le pasaban por la cabeza varias formas de intentar salir con vida de ahí. Si abría, a lo mejor era consumido por el fuego nada más salir, pero si se quedaba ahí dentro mucho tiempo más, tarde o temprano se vería dentro de una humareda. En ese momento se le vinieron a la cabeza un montón de recuerdos de sus 37 años de vida, su familia, sus amigos, las cosas que hizo y que se arrepentía de haberlas hecho, las que no hizo y debería haber hecho, y de mil cosas más, como de su mujer.

 

Fue en ese momento de confusión, cuando, tomó una decisión, pero que no era ninguna de las nombradas anteriormente. Damián, se descalzó, besó la cruz que tenía en el cuello sujetada por un collar que le había regalado su mujer, y abrió la ventana, cerró los ojos, y saltó, arrojándose desde el piso 107 del edificio.

 

Damián fue una de las 2753 personas que murieron en el atentado de las torres gemelas por parte del grupo terrorista AL-Qaeda, un grupo terrorista liderado por Osama bin Laden.

 

Este suceso ocurrió el 9 de septiembre de 2001 en el bajo Manhattan de la ciudad de Nueva York. El primer avión chocó contra la primera torre a las 8:46 de la mañana y solo 17 minutos después, a las 9:03, un segundo avión impactó contra la otra torre. Hubo un tercer avión que se estrelló contra el lado oeste del pentágono en Virginia a las 9:37 de la mañana y un cuarto que fue secuestrado también pero que sus pasajeros consiguieron desviar el impacto que se dirigía al capitolio de EE.UU.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Guillermo Martínez García 1ºB 17/05/2023

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