NADIE
HA GANADO
Que
he ganado yo, cual es mi premio, por que si lo hay tendrá que ser de consolación,
cual es mi gratificación por la rendición de aquellos, cual ha de ser, enserio cuéntemelo
ustedes porque yo no sé cuál es, enserio.
Que
ha ganado una madre que se ha quedado sin hijos, que ha ganado una mujer que se
ha quedado viuda, que ha ganado un niño que se ha quedado huérfano, que ha
ganado el amigo que se quedo sin su amiga, que ha ganado el primer amor de ese
al cual también fusilaron, no lo ven, no hemos ganado nada, no hay nada que
celebrar.
Yo
no he ganado y aun sigo preguntando en que he ayudado, porque me gratifican al
contribuir si solo ha servido para destrozar a los malos de la guerra, malos
que tampoco saben cual es su causa, que van como oveja que sigue al rebaño,
pues no saben lo que buscan solo saben que han de ir a buscarlo. Aquellos a los
cuales llamamos malos también tienen familias, niños inocentes igual de
inocentes que ellos cuando fueron adoctrinados con esos ideales que defienden
sin saber lo que significan, son ocultados de información porque la información
es poder, el cual estoy segura abriría lo ojos a más de un país.
Pero
hablando en serio quienes son los buenos y los malos, todos somos igual de
malos desde el momento en el que matamos siendo guiados por la ira, dos no
pelean si uno no quiere, bien es verdad que uno se puede ver obligado a defenderse,
pero una vez esta uno dentro todos son culpables de los actos que están
aconteciendo, nadie dice que sea justo, pero si que es verdad, en esta guerra
que a todos nos ha llevado por delante todos hemos matado, puede que de una
forma menos macabra que otros pero a causa de nuestras bombas ha muerto gente
inocente.
Por
que ese ha de ser otro tema que tratar, que hay de los inocentes, no hablo de
los que luchan por la paz, hablo de los que ni siquiera luchan, de aquellos a
los que la guerra no les incumbe y les ha dado de lleno, niños, ancianos,
judíos, etc., personas cuyo único delito ha sido intentar vivir su vida con
normalidad.
Sabes,
yo maté a un soldado alemán, entro en casa con las manos en alto pidiendo ayuda
y yo cogí la escopeta y dispare, nada mas caer el sobre mis brazos me arrepentí,
trate de mantenerle con vida y duro unos días, en esos días descubrí que él no creía
en ninguna raza aria, y que había sido mandado a base de amenazas y mentiras,
en su último día me dio un foto en la que estaba con su mujer y sus hijos, tan
solo era un padre de familia que entro en casa buscando ayuda y finalmente no
pudo irse, y por ello muchos dirían que fui una heroína, cuando lo único que me
sentí fue miserable.
Y
en cuanto a mí, yo no he ganado, mis hijos pequeños de tan solo 20 y 18 años
partieron a la guerra como si de un campamento de verano se tratase, tan solo
me imagino el miedo que invadió sus cuerpos al pisar por primera vez el frente,
ellos tan ingenuos como jóvenes tuvieron que convertirse en bestias para pasar
a ser cómplices de esta guerra pensando como pobres inocentes que volverían
siendo héroes cuando la única realidad es que no volverían, eso una ya lo sabe
como madre, pero sabiendo que es posiblemente el último día que verás a tus
hijos no querrás ponerte a discutir con ellos o tratar de convencerles cuando
sus cabezas ya han sido llenadas de ideas. Entonces llega ese día, llaman a la
puerta como con cierta desgana, casi intentando que no lo oigas, que no salgas
a abrir la puerta para no darte esa terrible noticia de que tus hijos han
muerto, para no tener que ver el horror en tus ojos, pero tú, tu llevabas
esperando esos toques en la puerta tanto o mas tiempo que la ultima vez, cuando
llamaron para decirme que eras tu mi marido el que yacía muerto.
Entonces
es ahí, cuando el sueño choca con el suelo, cuando la realidad nos golpea en la
cara, es ahí cuando las cosas se tuercen y de repente ya no queda nada, y es
entonces cuando te trasladas a esa bonita mañana de abril en la cual ojalá te
hubieses quedado a vivir, ya que tan solo unos meses después llegaría el horror.
Cariño
esta es la carta que te envió y espero que leas allá donde estes, no hay día en
que no desee querer irme contigo, pero de momento me toca estar aquí, tratando
de arreglar el destrozo de esta Gran Guerra.
Con cariño tu
mujer que te quiere.
Hasta nunca.
Lola Touza Simón
Nº21
4ºESO-F
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