EL PEQUEÑO SABIO CHAMÁN
En lo más profundo de la selva, donde las hojas son tan
verdes que parece que una lenta lluvia las cubriera y el sol no pudiera
traspasar el espeso manto de las copas de los árboles, vivía un joven chamán
llamado Timmy.
Timmy
era el prototipo de chamán. Tenía una barba negra y espesa, unos ojos profundos
y sabios, y conocía todos los secretos de las plantas medicinales. La gente del
lugar le veneraba, iba a él en busca de ayuda y nunca fallaba.
Un
día, llegó al poblado una familia extranjera. El padre había venido a trabajar
a esa zona y, al no tener donde hospedarse, se habían instalado en una choza
vacía. Ellos no hablaban la lengua de los locales, y los locales no hablaban la
lengua de ellos. Se habían convertido en extraños para todos, salvo para Timmy.
Timmy,
habiendo aprendido el castellano hablado por misioneros en años anteriores, se
acercó a ellos. Les preguntó qué necesitaban, que los que no conocen la lengua
local suelen sufrir mucho, y les prometió ayudarles en todo lo que hiciera
falta.
La
familia se emocionó al oír que alguien les entendía, y aceptaron agradecidos la
oferta de ayuda. Pidieron especialmente que les enseñara cómo defenderse de los
mosquitos, así que Timmy les mostró las hojas de una planta que si las aplicaban sobre sus cuerpos, los insectos
no se acercaban.
Durante
los siguientes días, Timmy fue a visitarlos a menudo. Se interesó por sus
vidas, les mostró todo lo que conocía acerca de la selva, y les enseñó todas
las plantas medicinales que los locales utilizaban para tratar enfermedades.
La
familia, encantada con el joven chamán, se hizo cada vez más cercana y lo
consideraban más que un amigo, casi como un hijo. Pasaron largas tardes
contándose historias y disfrutando el paisaje. Timmy se sentía a gusto con
ellos y no quería que se fueran.
Una
noche, cuando la familia salió de la choza para ir al baño, algo extraño
sucedió. Al poner el pie afuera, notaron que parte del suelo crujía bajo sus
pies. Iluminados por la luz de la luna, descubrieron que un grupo de serpientes
enormes se había reunido bajo su choza.
Timmy
fue el primero en enterarse por los gritos de la familia, y acudió en su ayuda.
Él sabía cómo manejar a las serpientes mejor que nadie en la selva, y fue capaz
de alejarlas sin dañarlas. La familia, agradecida, le preguntó cómo había
sabido qué hacer.
Timmy
respondió que las serpientes eran sagradas en esa cultura, y que había
aprendido su lenguaje hace tiempo. También les explicó que esa noche, se había
quedado en su casa meditando, y había percibido el peligro antes de que
sucediera.
Desde
ese día, la familia vivió bajo la protección del chamán Timmy. Les enseñó todo
lo que sabía de la selva, y de las serpientes sagradas que habitaban en ella.
Nunca olvidarían esa noche en la que sucedió algo mágico, y siempre sentirían
un gran respeto y agradecimiento hacia quien les ayudó a superarlo.
Nunca dudes en probar cosas porque un Timmy siempre
aparecerá para ayudarte.
Pablo Fernández
Baena___4ªESO F___Nª7___Mayo del 2023
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