Irene García Alcalá-Zamora (El adiós sin despedida)

 

EL ADIÓS SIN DESPEDIDA

22 de mayo,

Me levanto como siempre me visto y desayuno para ir al cole como siempre, pero hoy es un gran día tenemos excursión al campo. Sigo un poco adormilada cuando en el coche papa me pregunta si he dormido bien, le contesto rápido y sigo pensando en mi gran día. ¡Hace ya un año que no hacemos excursiones desde el cole! Vamos a las afueras de nuestra pequeña ciudad Huancayo en Perú, reviso que tengo todo, le doy un beso a papá y me bajo del coche. Ya me estaban esperando mis amigos en la puerta, y tras un pequeño trayecto en bus, llegamos a nuestro destino. Nos bajamos corriendo para llegar al sitio donde vamos a comer, pero al poco rato me empiezo a cansar mucho y marearme.  Simplemente sigo, pero mas despacio. María me espera y nos vamos a comer juntas a otro lado. Pasan las horas y nosotras seguimos charlando hasta que nos llaman para volver. Sigo encontrándome un poco mal, pero me aguanto. Al llegar a casa mis padres están bastante liados con el trabajo y me pongo a jugar con mi muñeca Lola, esta muy vieja y sucia, pero es la única que tengo y me encanta.

29 de mayo,

Aunque no lo entienda muy bien llevo varios días agotándome y cansándome mucho, pero lo que más me ha sorprendido es cuando mamá me ha preguntado por los moratones en las rodillas. No se muy bien de donde han salido, pienso que son de jugar al vóley y sigo jugando con Lola.

30 de mayo,

Estoy en el cole, y la garganta me empieza a doler muuucho. Llaman a papá, y el me lleva al médico. Un señor de bata blanca no para de hacerme preguntas, algunas me parecen raras, cuando descubre que tengo un puntito rojo en la garganta. Al final, con la tontería de las preguntas me tienen toda la tarde haciendo pruebas. Creo que no tienen muy claro lo que me pasa, pero me dijeron que mañana nos lo dirían.

31 de mayo,

Estoy en clase de plástica y me dicen que papá me está esperando fuera. Cuando salgo no está solo él, también mamá y … una ambulancia. No se muy bien que ocurre, pero me dicen que me suba y tumbe, nos íbamos a Lima. Mamá se sube conmigo, pero papá se queda fuera y solamente pone a lola en mi mano y dice ¨no te preocupes todo va ha ir bien¨. Me duermo durante todo el camino, estoy muy cansada y casi no tengo fuerzas para nada. Llegamos a un hospital super grande. Nunca había estado en uno, pero este parece importante. Nos dan una habitación y traen comida, pero yo hace semanas que he perdido el apetito. Se ponen ha hablar en privado con mi madre y aprovecho a explorar con lola. Me doy cuenta de que es un sitio muy silencioso y que, a pesar de todos los dibujos, muy triste. De repente un niño se asoma por una puerta. Me quedo pasmada, ¡no tenía pelo en la cabeza! A pesar de ello me acerco ha hablarle y los dos nos ponemos a jugar con lola enseguida. Se notaba que llevaba mucho tiempo aquí y sin ver a niños. Cuando vuelvo a mi habitación encuentro a mamá llorando. Pobrecita seguro que echa de menos a papá y a mi hermana.

17 de junio,

Después de varias semanas con pruebas de señores con bata blanca. Yo me limito a hacerles caso y luego me dejan ir a jugar con mi amigo Marcos. Yo sigo con cansancio y cada vez me duele mas el estómago, ¡es horrible! Pero Marcos me dice que nunca pierda la sonrisa, poque es lo que hace que esté aquí todos los días. Mamá dice que estoy malita pero todavía no saben muy bien porqué. También dice que después de tomarme la medicina se me va ha caer el pelo, y que mejor cortárselo. Pensaba que me estaba gastando una broma hasta que la veo aparecer con unas tijeras. Cuando termina y me veo en el espejo me quedo pasmada, igual que cuando vi a Marcos por primera vez. Mamá creo que no está pasmada, más bien, … triste. Se echa a llorar al segundo y yo le enseño mi sonrisa. Ella es la primera que me dice que tenemos que ser valientes en todo, así que eso hago.

25 de junio

Llevo tres días en cama y justo vienen mi papá y hermana. ¡Les echaba muchísimo de menos! Me pongo super contenta porque me traen chuches y flores. El día se pasa volando y cuando me quiero dar cuenta ellos ya se tienen que ir, poque el trayecto vuelta a casa es muy largo. Me dan un beso y los veo salir por la puerta una última vez. Se muy bien que algo va mal poque me sigue doliendo todo mucho y a los señores de bata blanca parecen frustrase al ver que la medicina no funciona. Yo sé que mamá me oculta algo, pero tampoco quiero saber el que. Yo solo quiero sentirme bien y dejar de sentir tanto dolor y jugar con Lola en casa otra vez.

30 de junio,

Es un día más, pero hoy me he levantado sin dolor. Nada, se había ido. Automáticamente sonrío de oreja a oreja. ¨ ¡Estoy curada, estoy curada! ¨ pensaba. Pero cuando me fui a levantar de mi cama me di cuenta de que ya no estaba en la habitación de cuatro paredes blancas de hospital, ni estaban todos esos tubos que siempre estaban pegados a mí, busqué a mi madre que siempre dormía al lado de mí, pero tampoco estaba. Entonces me acorde de lola, ella siempre estaba conmigo, ¿verdad? En efecto, la vi colgando de mi mano. Ya no tenía miedo.

 

Este es el caso de Cristal Flores y vivía en México, por la falta de recursos, me diagnosticaron cáncer muy tarde para salvarme.

 

Irene García Alcalá-Zamora 1ºB

02/11/2023

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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