ADIÓS (DES)CONOCIDO
A veces lo que nos queda de una persona que ya no está con
nosotros es el recuerdo, las memorias, las anécdotas, las fotos, los vídeos, ir
a lugares donde estuvimos con ellos, verlos en las caras de otros...
Yo lo único que tengo de ti es lo que me han contado. Con
eso me sobra y me basta para saber quién eres. Mis padres siempre me dicen que
tú y yo coincidimos en un momento determinado y en un lugar concreto: allí
arriba. Me gustaría creer que fue así, que de verdad nos llegamos a conocer,
aunque siempre se me quedará esa espinita clavada anhelando que fueras tú el
que me contara todas esas historias y anécdotas que escucho cada vez que
pregunto por ti, que ojalá pudiera estar presente en alguna fotografía junto a
ti. Pero el destino fue cruel contigo, con nosotros, con la historia que podría
haber sido, pero que nunca se llegó a escribir.
Pensando en la posibilidad de haber coincidido allí arriba,
cuando yo todavía no estaba en los pensamientos de mis padres, y tú todavía
permanecías latente en sus recuerdos, me gusta imaginar que llegó a ser un
encuentro bonito, aunque a la vez triste. Sin saber que no podría compartir
contigo mi vida, porque tú nunca me podrías acompañar. a día de hoy me da mucha
pena no haberte podido abrazar, hablar contigo o no haber podido compartir un
momento, aunque fuera insignificante, de nuestras vidas juntos.
Se que tú no sabes nada de mí y a
pesar de que ya no estes aquí yo lo sé todo de ti: Te llamas Vicente, aunque todos te llaman Tito, naciste el 12/05/1938 y
eras el séptimo de 9 hermanos. fuiste militar, y te enamoraste de la amiga de tu novia de
tu época juvenil, con la que al final te casaste y con la que tuviste 5 hijos.
debido a tu profesión, vivisteis en muchos lugares de España
y del mundo, incluyendo destinos desde Ifni en África, hasta Salamanca, Vitoria
o Zaragoza. aunque siempre, sabías que tu verdadero hogar estaba en Pamplona.
Tuviste una vida provechosa, aunque
demasiado corta. te quedaban muchas
cosas por ver y conocer, entre ellas a mí, tu antepenúltima nieta que pronto cumplirá
17 años. en estos años te he conocido por
lo que me cuentan de ti. A pesar de todas las
historias, anécdotas y recuerdos, lo único que siempre he podido tener presente
es esa foto de la mesa del salón, esa foto que llevo mirando estos últimos 16
años.
Te fuiste demasiado pronto, anhelando hasta en el último
momento lo que te estaba matando, fumarte un cigarro. Algo que puede parecer
una minucia teniendo en cuenta que cada día consumías más de un paquete de
ducados.
Mi padre me ha contado la historia de tu muerte tal y como
la vivió el: Él estaba en Madrid trabajando cuando, mientras se fumaba un
cigarro, recibió la llamada de su hermano menor advirtiéndole de que no te
quedaba mucho tiempo. Automáticamente tiró ese cigarro, que a día de hoy sigue
siendo el último que fumó. acto seguido aviso a mi madre y se fue directo a
Pamplona para darte el último adiós.
Y, aunque conocías tu destino, seguías con ese buen humor
tan característico tuyo hasta en tu último aliento. En tus últimos momentos
bromeaste con el deseo de que te enterraran en el panteón de la familia de tu
mujer, al lado de tu suegra. Sin embargo, creyeron que esa era tu última
voluntad, por lo que estás enterrado ahí, convirtiéndose esta broma en tu
ultima travesura y que permanecerá para siempre.
Te fuiste el día de todos los santos del año 2004, tranquilo
y sin dolor, acompañado de tu mujer y de todos tus hijos. Y aunque no estés
aquí físicamente, te veo en el parecido que comparte mi padre contigo, en esos
ojos color verde que miro cada, y te siento con nosotros en todas esas
historias y anécdotas.
Solo quiero decirte, querido abuelo, que dejaste un hueco en
tu familia que a día de hoy sigue vacío. Nos dejaste pronto, pero me consuela
saber que, en ese breve periodo, fuiste capaz de disfrutar, pero, sobre todo,
de enseñar y demostrar todo tu amor y cariño a los demás.
Te quiere mucho,
Iciar.
Icíar Oslé Herrero 1ºB
1/02/24
Comentarios
Publicar un comentario