Javier del Piñal (Cárcel o paraiso)


 

CÁRCEL O PARAÍSO

 

“Ya verás cuando tengas mi edad, te acordaras de cuando ibas al cole y querrás volver a vivir lo que estás viviendo ahora”. Cuantas veces habremos escuchado a nuestros padres o abuelos decirnos cosas así cada vez que nos quejábamos por las pocas vacaciones o por tener que ir al cole todos los días sin que nos diesen nada a cambio, porqué claro a nuestros padres les pagan por ir a trabajar, pero a nosotros quien nos paga… Es más, somos nosotros los que tenemos que pagar. Cuantas veces y cuantos niños habrán tenido este pensamiento en algún momento de sus vidas.

 

Pues bien, el otro día me tocó cenar solo en casa y me quede pensando en donde estarían mis hermanos y mis padres ya que siempre solíamos cenar juntos. Pero en cambio, ese martes, estaba yo solo en casa. Pues bien hace un par de semanas que mi hermana se fue a vivir fuera de España, dice que en España no la pagaban lo suficiente y que si no nunca podría irse de casa de nuestros padres. Mi hermano mayor está de guardia en el hospital por lo que hoy no vendrá a casa y mi otro hermano se ha quedado a entrenar a los sub-21, quiere comprarse un coche nuevo, pero viendo como están las cosas el pobre tendrá que ponerse a entrenar a todos los equipos de Alcobendas para poder comprarse uno. Mi padre está en un viaje de trabajo por el cual no volverá hasta el jueves y mi madre se ha ido a cuidar a mi abuela, hace un par de meses que la diagnosticaron demencia y a mi madre le toca quedarse muchas tardes a cuidarla, y esas tardes suelen alargarse, haciendo que parezcan eternas.

 

Cierro los ojos y me imagino cuando todos cenábamos en casa, mi hermano mayor acababa de empezar la Carrera y mis otros dos hermanos eran de los mayores del colegio, hablaban sin parar de los partidos que tenían el finde o de los profesores que tenían en común, se pasaban la cena metiéndose conmigo mandándome a por el agua o dándome collejas, yo me enfadaba con ellos y, en seguida, mi madre, regañaba y castigaba a mis hermanos que también acababan enfadados conmigo. Mi padre intentaba poner tregua, pero acababa rindiéndose y levantándose a recoger la mesa para que acabaran las discusiones cuanto antes, no puedo evitar sonreír al recordarlo en verdad era mucho más divertido cuando estábamos todos juntos, ahora la cocina se me hace un mundo.

 

Mi mayor preocupación en esos tiempos era que mis hermanos me dejasen un rato el mando de la Wii, en cambio ahora me preocupan los exámenes, la salud de mi abuela o el caer bien o mal a la gente. Parece mentira que en un año estaré casi graduado y nunca más volveré a subir la cuesta del colegio a las 8 de la mañana con miedo de que Coral me deje fuera de clase por llegar 1 segundo después de que suene la campana. Bueno, ni yo ni ninguno de mis compañeros que están aquí sentados conmigo. Probablemente este sea el último relato que le entregue a Pedro Pablo y que me haga leer enfrente de la clase. Ya ha sido nuestra última clase de piscina, y da vértigo el mirar hacia atrás y pensar en ese primer día que bajábamos nerviosísimos a nuestra primera clase de natación. Pronto será nuestra última clase de Educación Física, tantas risas, pruebas, momentos y piques compartidos en el pabellón pasarán a la historia, también será nuestra última gala, parece ayer cuando en las fiestas no nos dejaban subir a la olla y nos intentábamos collar con los mayores y ahora aquellos mayores a los que admirábamos somos nosotros.

 

No puedo evitar atragantarme pensado todo esto, en verdad el colegio no está tan mal lo que hemos vivido aquí, tantos años llamando a este colegio cárcel o viendo paso a paso como iban renovando el nuevo estadio del Santiago Bernabéu y de repente ya no hay obras y tampoco polis y cacos en los recreos, las niñas ya no cambian pegatinas ni nosotros cromos y pronto dejaremos el colegio y a las personas que nos acompañan durante 15 años, y nos iremos para ser adultos, estresados y con muchas más preocupaciones de las que nos podemos llegar a  imaginar. Después de pensar todo esa la pregunta volvió a mi cabeza

 

¿Es de verdad el colegio una cárcel o es el Paraíso donde los adultos quieren estar?

 

 

Javier del Piñal, 1ºB, mayo 2024

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