EL MEJOR DÍA DE MI VIDA
Era un día soleado y caluroso en Málaga. Yo estaba
muy emocionado. Había llegado ya toda la familia. Mamá y papá habían invitado a
todos los primos, tíos y hasta mis abuelos que vivían lejos habían podido
venir. Hacía mucho tiempo que no nos reencontrábamos todos y por fin había
llegado el día. Mis padres estaban muy cansados y querían salir un poco de la
rutina. Además, que llevábamos mucho sin ver a la familia y teníamos muchísimas
ganas. Por ello, fuimos a la finca que tenemos y ahí hicimos una comida.
Comimos de todo. Entrantes de todo tipo y mi comida favorita, paella. La mejor
que había comido en mucho tiempo. A pesar de lo pequeño que era yo era muy
espabilado para mi edad y comía mucho y muy bien. También hablaba algo y me
encantaba escuchar a los demás. Tenía muy buena relación con mis primos porque,
aunque fueran un poco mayores que yo, nos entendíamos muy bien.
Antes de que llegara el postre, yo me fui a dar una
vuelta con mis primos y a jugar con ellos en los columpios que teníamos en el
jardín. Era sin duda lo que mas me gustaba cuando los veía. Tirarme por el
tobogán y correr por la hierba mientas me perseguían. Nos llamaron mis padres para
volver a la mesa y tomar el postre. Comimos una tarta que queso que jamás
olvidaré. Nos quedamos un rato mas sentados y riéndonos todos juntos. No podía
estar mas feliz. A pesar de eso, yo solo pensaba en volver a los columpios o en
irme a correr por la finca otra vez. No podía esperar. Mis padres me pedían que
me esperase, que luego tendría tiempo de ir a jugar con ellos así que espere
disgustado en la mesa.
Una vez acabamos el postre me dejaron irme a jugar. Empecé
a saltar de alegría y cogí las manos de mis primos y salí corriendo hacia el
parque. Había estado esperando este momento un ahora desde que volvimos a la
mesa. Empezaba a nublarse un poco, pero a mi me daba igual, me lo estaba
pasando genial. Estuvimos corriendo y riendo por la finca mucho rato hasta que
llamaron a mis primos un segundo para decirles una cosa del colegio y las notas.
A mi me daba bastante igual porque yo seguía en infantil y lo que menos me
preocupaba ahora mismo eran las notas y el colegio. Yo era feliz en
losmcolumpios y no necesitaba mas.
En el momento en que mis primos se fueron, me quede
solo. Mi familia no le dio importancia ya que estaba dentro de la finca y en
los columpios, era seguro. Mis padres se habían metido dentro de la casa para
poner un poco de orden a todo y sacar mas bebidas. Miré hacia la mesa y mis
primos se habían sentado a hablar con mis abuelos y mis tíos y yo en vez de ir
hacia allí, decidí irme a dar una vuelta. Íbamos muy poco a la finca y yo no
había visto mucho de los alrededores de ella. No se si mi familia me estaría
llamando por cada vez me alejaba mas, sin darme cuenta.
Había vuelto a salir el sol. Ya me había alejado
bastante pero no era consciente yo seguía mi paso ligero en busca de algún
balón para jugar, o simplemente nuevos caminos para el siguiente día pasear con
mis padres por ellos. Oía de lejos las risas y las voces de mi familia, pero no
sabía si era porque seguía cerca o simplemente hablaban muy alto.
Caminé unos pasos mas y me encontré un balón de
fútbol. Me alegré muchísimo porque me encanta el fútbol y me puse a dar toques
con el balón hasta que me di cuenta de que estaba un poco pinchado. Así que lo
dejé y pensé en volver hacia la mesa para quedarme con mi familia, ya que ya me
había cansado un poco. Quería hablar con mis abuelos y con mis tíos que así no
los había visto y nunca los veía así que quería aprovechar mas tiempo con toda
mi familia junta.
Cuando estaba volviendo, iba ansioso y yendo
bastante rápido. De repente noté que pisaba algo profundo y de repente el
tiempo empezó a pasar muy despacio. Notaba como los pies se me hundían y no
veía nada. Ya el sol se había tapado nose como y no sabía que estaba
sucediendo. Mi cuerpo estaba en movimiento y notaba la sensación de estar
cayendo, como en una lanzadera del parque de atracciones.
De pronto, oí un golpe
fuerte y mi cabeza dejo de pensar. Ya no pensaba en ir a ver a mi familia. Ya
no pensaba en ir a los columpios a jugar. Ya no pensaba en esa paella y esa
tarta de queso que me había comido hace unas horas. Mi cabeza ya no pensaba
nada mas ni hacía el esfuerzo por pensar. No supe que había pasado, fue todo
muy rápido. Simplemente ya no era yo. El mejor dia de mi vida, habia llegado a
su fin antes de tiempo. Y con ello mi vida.
Cecilia Castelao
1º bachillerato A
3 febrero 2025
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