EL ÚLTIMO VIAJE
Papá estaba raro como cuando se enfadaba con mamá, pero esta vez no gritaba. No hablaba mucho solo nos miraba a Anna y a mí con una sonrisa que no entendía. El tenía en su rostro una expresión rara, fuera de lo común en ella se notaba tristeza, como si quisiera llorar, pero no pudiera. Se me hacía bastante raro verle así, nunca nos prestaba mucha atención y siempre que lo hacía estaba enfadado por lo que no quise decirle nada ya que sabía que cuando papá se comportaba de esa forma era mejor quedarse callada.
Anna
y yo íbamos en el coche ella dormía profundamente, como si nada del mundo la
pudiera despertar yo a veces la envidiaba siempre hubiera deseado tener esa
capacidad de dormir y no notar nada cada vez que Papá y Mamá discutían, pero
sabía que ese no era mi papel como hermana mayor Mama siempre me decía que ti
era su protectora y eso me hacía sentir importante. Pero esa noche, algo me
decía que debía protegerla, aunque yo no supiera de que.
De
repente papá paró el coche no bajo a Anna y a mí
cuando abrió la puerta vi que nos estaba llevando al barco,
al mismo en el que habíamos salido otras veces, pero esta vez era distinto no
había risas ni juegos. No llevaba la caña de pescar ni las galletas que
solíamos comer juntas mientras él conducía el timón solo había bolsas grandes y
un silencio que me hacía sentir pequeñita.
- ¿A dónde vamos papá? - pregunté mientras él
preparaba todo para salir, tardó en responder unos segundos, pero finalmente se
giró y me dijo con esa voz que siempre ponía cuando quería convencerme de algo:
-Vamos a un lugar muy bonito Olivia-
Quise creerle, quise pensar que íbamos a una isla mágica o un lugar secreto como los de los cuentos que mamá siempre nos leía antes de dormir, pero algo en su mirada al decírmelo me hizo sentir incómoda. No era como en los cuentos. Esto era diferente.
Cuando
Papá arrancó el barco fui junto Anna que seguía dormida, Poco a poco nos íbamos
alejando del puerto, no paraba de preguntarme cuando vendría mamá ya que no me
gustaba pasar mucho tiempo con papá a solas y cuando se lo fui a preguntar
esperándome una mala respuesta o que se enfadara conmigo. Solo me miró y dijo: -Mamá
no vendrá Olivia solo seremos los tres. -
Pasaban
los días y el barco seguía en su curso sin un destino claro, Anna y yo no
parábamos de preguntar cuándo volveríamos a casa, pero papá nunca nos daba una
respuesta clara, Anna estaba asustada solo quería volver a casa con mamá, de la
angustia Anna comenzó a llorar.
Papá nos observaba desde el otro lado del barco y al ver llorar a Anna se acercó lentamente, se agachó y le susurró algo al oído Anna se tranquilizó por completo, y él la abrazó. Yo nunca le había visto abrazarla así.
Esa
misma noche desperté de golpe, no se porque, pero sentía un vacío enorme. Al
mirar a mi lado me di cuenta de que Anna no estaba por lo que salí a la
cubierta a buscarla, Entonces vi a papá de pie junto a la barandilla mirando
fijamente al agua, al preguntarle dónde estaba Anna lo único que respondió fue:
-Ya está en un bonito lugar, Olivia.
Me
negué a entenderlo, poco a poco él se fue acercando a mí y al oído me susurró
-Pronto
estarás con ella.
Me
di cuenta de lo que quería hacer demasiado tarde, sentí sus manos frías en mis
hombros. Un empujón no podía respirar ni ver y lo único que sentí antes de que
todo se volviera negro fue la voz de Anna, llamándome desde algún lugar de la
profundidad.
Blanca Seder 1ºBachillerato A
1 de abril 2024
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